marzo 20th, 2008

Ya es primavera en Manhattan


Al final se me fastidiaron la vacaciones de Semana Santa así que me quedo en Madrid, pero viajando virtualmente a sitios lejanos.

Hoy me he trasladado a New York, exactamente al puente de Manhattan, donde también ha llegado la primavera y eso que allí no están bajo la influencia de El Corte Inglés.


Ha sido un artista urbano el que lo ha conseguido, no se quién es, pero desde luego tiene mucho sentido del humor porque ha llenado la calzada de flores de colores, de un estilo tan cursi que me recuerda a las que hacían las señoras que iban a las academias de dibujo en las que yo estudiaba.


Es como si hubieran sacudido uno de estos lienzos kirsch y hubieran desperdigado sus flores para diversión de los transeúntes y los ciclistas que transitan por el puente.


Lo de las flores en Manhattan no es nuevo, el artista, Michael De Feo lleva más de 10 años adornándola con sus dibujos de flores, y aunque personalmente no es que me encanten, me hace gracia que todo un artista urbano haya elegido este icono simple y algo ñoño para repetir hasta la saciedad.


Pero para compensar tanto floripondio, en este mismo puente de Manhattan, en la parte de Brooklyn, Frank H. Jump nos enseña una valla publicitaria ocupada por una imagen que repite secuencias de esqueletos.


Un poco macabro mi viaje de hoy, entro pisando flores y terminan despidiéndome muertos, vamos como una procesión de Semana Santa. Me tenía que haber marchado a Almería…

Mil gracias Javier por el link de Razor Apple. Las fotos las he sacado además de Flickr.

marzo 14th, 2008

Verdes pastos para mínimos espacios (en Tokio)


A los japoneses en general les gusta la vegetación pero los habitantes de las ciudades no lo tienen fácil para disfrutar de ella. Mientras en New York el 12% del suelo de la ciudad se emplea como zona verde, en ciudades como Tokio, debido al escalofriante desarrollo constructivo, sólo se utiliza un insignificante 4%, con lo que es prácticamente imposible conseguir un metro cuadrado para plantar algo.


Pero como ingenio no les falta, se les han ocurrido soluciones innovadoras, como por ejemplo, aplicar todos sus conocimientos informáticos y científicos en construir una granja subterránea de más de 1000 m2.


Pues sí, como si fuera lo más normal del mundo, han creado un ecosistema completamente artificial, para que esta particular granja crezca frondosa, aun estando bajo tierra.


El invento se llama PasonaO2 y se define como una granja urbano orgánica mantenida con tecnología high tech. Está ubicada en uno de los distritos de negocios más importante de Tokio debajo de un edificio de oficinas, en el sótano de un banco.


Su propósito es que sirva como una especie de escuela para facilitar conocimientos agrícolas a los jóvenes que están teniendo problemas para encontrar empleo y también a las personas de mediana edad en busca de una segunda carrera. Sin tener para ello que salir del centro de la ciudad, vamos, de camino a casa después del trabajo o las clases.


Unos 100 aspirantes a agricultores ya han tomado un curso de capacitación agrícola en esta granja subterránea.


En un total de 6 salas, producen verduras, frutas, flores, hierbas aromáticas y también un campo de arroz en terrazas. En total hay además 15 plantas autóctonas del Japón procedentes de zonas suburbanas y que artificialmente son producidas en este centro.

En ausencia de luz solar, las plantas se mantienen con sofisticados sistemas de iluminación artificial. La temperatura de la habitación y la humedad es controlado por ordenador y la hortalizas verduras y frutas son ecológicas, se cultivan sin pesticidas.

Si no os lo creéis, sólo tenéis que mirar las fotos. No me quiero imaginar a cuánto saldrá un kilo de tomates subterráneos. Del sabor no dicen nada, dudo mucho que tenga un gusto como los que crecen al aire libre, pero bueno, como se trata de que practiquen labores del campo, tampoco es que esto importe mucho.


Pero no todas las plantas de Tokio están enterradas bajo tierra, menos mal, porque pese al poco espacio que se puede conseguir entre la maraña de edificios, los habitantes, como buenamente pueden, crean sus mini espacios con vegetación, en medio de una construcción urbana, que intentando aprovechar el espacio al máximo, no ha dejado muchos huecos para patios, terrazas y mucho menos, jardines públicos.


Así las cosas, no les ha quedado más remedio que buscarse la vida y plantar, textualmente, sus macetas en la calle. Y como en general son muy respetuosos con la propiedad privada, el vandalismo no se ensaña con ellas y se mantienen en el sitio asignado, sin ser destruidas ni robadas.


Esta especie de guerrilla floral es un movimiento que se va extendiendo, donde hay un pequeño hueco en el pavimento, una isleta en un cruce, una acera algo ancha, una valla, ahí surge un minijardín. Muchos son creados por los comercios de la zona, otros los propios vecinos de manera individual o compartiendo la responsabilidad de su cuidado.


Su construcción más usual es por acumulación de macetas o recipientes de lo más variopinto, cualquiera vale, para nada tienen que ser todos iguales. Además, para darle más sentido de jardín, algunos le añaden construcciones para pájaros e incluso gnomos de jardín.


Con sus plantas, naturales y en algunos casos artificiales intentan dar color al gris asfalto a las máquinas expendedoras, objetos abandonados, feas paredes, escaleras, material urbano, obras, sitios de paso y todo mínimo espacio libre, o no, en la vía pública.


A mí personalmente, me encanta este tipo de jardín-maceta sea grande, pequeño, con gnomo o sin él. Se adapta tan bien a los espacios, tienen un aspecto tan delicado y provisional… cada uno es único e inimitable porque se construye con los recursos que en ese momento se tienen, lo que le da un aire destartalado y desordenado que me agrada.


Tiene, además la capacidad de adaptarse a cualquier cambio, crecer o decrecer según convenga, se pueden reutilizar objetos inservible y ademas, seguro que une a los vecinos en las tareas de mantenimiento.


Si no fuera por lo cafres que somos por aquí, me iniciaba una acción de guerrilla, plantando un jardín de macetas en la Plaza de La Luna. Ya se que soy pesada con el tema, pero es que me parece tan horriblemente gris y triste y la tengo tan cerca de mi casa…


Además, el dichoso jardín vertical con dibujo de luna en cuarto creciente, ni crece ni reverdece. Si ya me lo imaginaba yo, sin saber nada de jardinería…, señores planificadores…, que en esa pared no da nunca el sol…


Lo he visto en Marukuwato y cómo no, en Pingmag. A ambos le he cogido prestadas las fotos.



febrero 2nd, 2008

El ramo que florece por arte de magia


Y repasando los premios Red Dot Design Award 2007 me ha llamado la atención poderosamente el premio al mejor accesorio de interior. La pieza se llama Instant Blosssom y ha sido ideada por Lee Seung-ki ¿otro coreano?.

Me parece un magnífico detalle para ese regalo sorprendente y no demasiado caro que a veces tenemos que hacer, tipo amigo invisible, cumpleaños, o simplemente si queremos sorprender a alguien o ganarnos el corazón de una persona querido.

Muy simple, porque se trata de una especie de tarjeta de cartón reciclado, bastante compacta. En ella aparece troquelada una forma y dibujado lo que podrían ser unas flores y los tallos.

Hasta aquí la pieza es en dos dimensiones, por lo que no ocupa espacio y puede ser enviada por correo sin problema.


Pero por supuesto, la cosa no queda ahí, porque una vez sacada de su embalaje y manipulada, se convierte en un «casi auténtico» jarrón de flores.

Si añadimos agua al papel, veremos como empiezan a surgir flores de verdad (creo) y las dos dimensiones se llenan de una tercera muy florida.

No se bien cómo es el procedimiento pero creo que las plantas han sido tratadas con un sistema llamado de cultivo hidropónico, que las debe dejar como planchadas, de manera que al añadirles el agua, vuelven a su primitiva forma, recuperando todo su esplendor, bueno, eso en teoría.

Además, si doblamos por la mitad el cartón, ya florecido, tendremos una forma que simula un jarrón también en 3 D que se mantiene de pie.


La idea es muy buena y si de verdad funciona tengo que quitarse el sombrero delante de su inventor.

A ver si lo comercializan pronto y sin un precio exagerado, es que sería una elección magnífica para algunos de mis regalos de empresa. Yo siempre pensando en lo mismo…

Ingeniosíiiiiiiiiiiisimo.

La información me ha llegado por Red Dot Design Award y la he completado en Yanko Design.


enero 17th, 2008

Microclima para la ciudad y para el agua


Sigue llegándome información de interesante propuestas para desarrollar en espacios públicos y no puedo resistirme a contarlas. Espero que a los que me leéis os interesen algo, porque últimamente me estoy repitiendo mucho con el tema. La semana que viene prometo más decoración, a ver si soy capaz de controlarme.


Hoy he sucumbido a los encantos de una artista Australiana llamada Kirsten Bradley. En su blog, The June Box, cuenta que en junio del 2007 impartió, en colaboración con el colectivo Cicada, un taller llamado Microclimates, desarrollado en el marco del Taranaki Arts Festival de Nueva Zelanda.


El taller, en su parte práctica, consistía en la creación de pequeños microclimas, es decir diminutos jardines compuestos de plantas, musgo, semillas, objetos encontrados, led y mucha imaginación.


En dicho taller, no sólo se trataba de desarrollar la imaginación en composiciones verdes, cual entretenido curso de ikebana, también se habló de arte efímero, de relación con los espacios públicos, del diálogo permanente del artista con los habitantes y de las distintas posibilidades de recuperación de dichos espacios.


Como acto final, cada uno de los artistas-jardineros se echó a la calle con su creación y la colocó en el escenario que consideró más apropiado..


Así, como por arte de magia, recónditos lugares de la ciudad, se vieron adornados con estas delicadas miniaturas vegetales, con capacidad para vivir por si mismas durante un tiempo.


La noche de la clausura del taller, todos los interesados, pudieron asistir a un recorrido guiado por la ciudad, visitando los microclimas, que fueron iluminados con led. Espero que luego los quitaran, porque naturaleza y pilas abandonadas no casan nada bien.






Me ha gustado la iniciativa, hablar de arte urbano, utilización de los espacios públicos, intervenciones efímeras, mientras se elaboran estas miniaturas es de lo más original. Además algunos de los pequeños jardines son muy ingeniosos y delicados.


Como también pequeños y muy delicados son los microclimas que he descubierto en 13utterfish, un blog que recomiendo.


En este caso son microclimas acuáticos, es decir acuarios vegetales que José Vicente Ruiz ha creado con un gusto exquisito.


En su ¿blog? AquaVerde, nos muestra sus trabajos, que además de ser de gran belleza están muy bien fotografiados.


Yo no tenía idea de que hubiera acuarios, donde los peces no fueran lo más importante y me he llevado una agradable sorpresa, vamos que los típicos de peces no me gustan nada y estos me encantan.


Los compone de todos los tamaños y para todos los gustos desde los dos litros hasta los 900 y con una gran variedad de plantas de las que nunca oí hablar. En un recipiente de 60 litros ha llegado a criar hasta 26 especies. También viven peces, aunque no parecen lo más importante de la composición.


Es tanto y tan interesante lo que cuenta el autor que no quiero enrollarme demasiado y os invito a que le echéis un vistazo. Las fotos son una gozada, con esos maravillosos verdes y rojizos flotando en el agua clara.


Además, el autor muestra la obra de otros artistas, holandeses, japoneses y brasileños sobre todo, además de comentar los concursos internacionales a los que asiste, algunos trucos de fotografía y curiosidades varias.


Todo un mundo hasta hoy desconocido para mí, y que me parece tan interesante y estético que me dan ganas de ponerme manos a la obra para crearme uno propio. Si no fuera porque tiene pinta de requerir mucha dedicación y conocimientos.


Me quedo con el nombre de Amano un artista japonés que realiza obras de gran belleza y que es uno de los referentes en este tema. Alucinante.





diciembre 26th, 2007

Recortes de verde césped


Je je je, ¿a que pensabais que ya no tenía gran cosa que decir sobre la ciudad y las plantas?.

Pues que va, aún tengo cosillas verdes que sacar de los armarios de mi atiquito. Y una de las que mas gusto me da mirar es la pieza diseñada por el estudio suizo StauffacherBenz.


Se llama Relax y consiste en una silueta humana tumbada en posición relajada, que se ha rellenado de césped y se puede incrustar en el pavimento de las ciudades.

Se genera así una pequeña explana verde con forma de persona tumbada, que crece en el gris cemento y que invita a tumbarse en ella y mirar al cielo evocando un relajado día de campo.


Ideal para mitigar el estrés de una ajetreada ciudad o simplemente para provocar la sonrisa expontanea de los paseantes que se vean rodeados de esas figuras en su paseo por la ciudad.

También han creado una versión para sitios privados o interiores en la que han aplicado la misma forma a unos contenedores blancos y exentos. Son muy muy decorativo e invitan a una siesta reparadora, eso sí, sin moverse demasiado.


Esta pieza ganó en el 2003 un concurso Ideas para el desarrollo sostenible de la ciudad, Zurich y ha sido producida posteriormente por la empresa Eternit.

Muy divertidos esto chicos suizos, sólo hay que echar un vistazo a otros de sus trabajos, como por ejemplo el Be your own chair…, Dip o Nassiterna Vivens.


Otro objeto verde y divertido pero esta vez algo más manejable e incluso podríamos decir que ponible, es La Bague Gazon, un anillo de porcelana y oro que porta un diminuto jardín en su interior.

Sí, como lo estáis leyendo, este pequeño anillo está diseñado para que crezca en él un pedacito de césped verde verde.


Es increíble, aunque para que luzca bien hay que dedicarle algo de tiempo, regarlo y podarlo un poco, seguro que además hay que hablar con él y mimarlo, pero el resultado es divertido a rabiar. Ha sido producida por los joyeros Ratinaud.


Eso sí, no vasta con comprarlo y listo (su precio parte de 100 euros, hasta los 120 del que más oro lleva), ha que tener un poco de paciencia, plantarlo y verlo crecer, antes de poder usarlo.


Esperemos que la hierba no se caiga con los movimientos de la mano, porque sin esta mata verde el objeto no es gran cosa.

Ambas cosas las he visto en Urban Kinetics.

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