Con el exceso de iluminación que sufrimos en Madrid, siempre me dejo seducir por proyectos que tienen como protagonista la luz urbana.
El que hoy me ocupa ha sido llevado a cabo en la ciudad de Rotterdam por el estudio Daglicht & Vorm y se llama Brokenlight.
El barrio de Atjehstraat Katendrecht en Rotterdam es ahora un barrio transformado gracias a su luz urbana nocturna que forma un patrón de remolino proyectado que baña con luces y sombras el pavimento y que ellos han llamado luz rota.