diciembre 7th, 2010

Que acabe ya…

Por una vez abandono mi habitual tono descafeinado, para dar un modesto apoyo a WikiLeaks y difundir una situación de acoso, inadmisible para todos los que creemos tener derecho a saber lo que se maquina, tras el telón de la, eufemísticamente llamada, política de estado.

Os dejo textualmente el post que mi querido amigo Angel ha publicado en Muack, para que profundicéis en el asunto,  además os pido que no dejéis de leer las opiniones de Enrique Dans y por supuesto veáis los videos adjuntos, esto no puede volver a pasar…

«En estos momentos Julian Assange está detenido, a la espera de que los tribunales británicos decidan si es extraditado a Suecia. Se trata del último acto de una persecución intolerable, desarrollada con la connivencia de los principales gobiernos del mundo, y que solo puede ser detenida por la presión de la opinión pública.

Quienes aspiramos a vivir en un mundo más libre, tenemos la obligación de denunciar esta situación y de presionar a nuestros gobiernos para que termine. Está en juego mucho más que WikiLeaks y la libertad de Assange. Está en juego que nuestros gobernantes aprendan, que no tienen impunidad para provocar situaciones como la que se muestra en el vídeo que encabeza este post.

WikiLeaks está bloqueado. Pero, en este momento, es posible acceder a sus contenidos desde wikiLeaks.ch, y desde los innumerables mirrors que comienzan a aparecer por todo el mundo. Os invito a que divulguéis esta lista de mirrors y a que si disponeís de un servidor, creéis vuestro propio mirror. Aquí están las instrucciones para hacerlo.

Os dejo enlaces a un post de Enrique Dans, lleno de información, y a la cuenta de Wikileaks en Twitter«.

Maneras de ayudar a Wikileaks hay para todos los gustos, animáos.

noviembre 23rd, 2010

Heridas en el espacio urbano

Quería dejar al «ARTISTA» para mi post número 1.000, me faltan 10 para cumplirlos, pero después de 2 horas buscando algo que me motivase sin conseguirlo, he decidido que necesito levantarme el ánimo y que nada mejor, para ello que darme un homenaje visual en condiciones, así que voy a hacer un repasito a la obra de Gordon Matta-Clark.

Los que hayan pasado con frecuencia por el Ático sabrán,  siempre lo digo, que nada de lo que haya visto, artísticamente hablando, me ha impactado tanto como el trabajo en el espacio urbano, de este creador. Una búsqueda en google, os puede poner al día de lo que su inconmensurable obra, ha aportado al arte contemporáneo, pero, para el que no tenga ganas de indagar, os dejo un artículo de Darío Corbeira, editor del libro ¿Construir… o deconstruir? que fue publicado por el El País en el 2006.

«Su trabajo refleja desde sus comienzos su preocupación por los nuevos modos culturales en la vida cotidiana y por las nuevas subjetividades e identidades políticas posteriores a 1968: trabajando con basuras, ofreciendo oxígeno a los transeúntes de Nueva York, abriendo un restaurante gestionado y dirigido por artistas, poniendo en tela de juicio la propiedad privada del suelo… o subiéndose a la Clocktower para, colgado de su reloj, proceder a afeitarse, ducharse y lavarse los dientes.



Todas esas acciones tenían lugar en tiempo real, acotado y preciso, fuera de los sacralizados recintos de galerías o museos, pero previo a ellas realizó miles de dibujos, anotaciones y libretas de trabajo que, a la manera poussiniana, implican que concebía el dibujo como la imagen interior del proyecto. Del mismo modo, prácticamente todas sus acciones e intervenciones en edificios fueron fotografiadas, filmadas o grabadas en vídeo, y el modo en que las registraba estaba en perfecta coherencia con el discurso general que trataba de construir.



En donde realmente Matta-Clark dio el gran salto fue en sus trabajos con la arquitectura y el espacio. No veía en los edificios más que unas esculturas con tuberías y, en una sucesión de metáforas dentro de otras, buscó espacios internos más allá de la geometría construida. «La auténtica naturaleza de mi trabajo con edificios está en desacuerdo con la actitud funcionalista, en la medida en que esa responsabilidad profesional cínica ha omitido cuestionar o reexaminar la calidad de vida que se ofrece».



Las intervenciones en edificios (cortándolos, seccionándolos, troceándolos, agujereándolos, desplazándolos) le permitieron materializar ideas sobre el espacio que él intuía desde una dialéctica personal (designar espacios, crear complejidad). Las dualidades que fue descubriendo, impecablemente reflejadas en sus montajes fotográficos (vertical/horizontal, interior/exterior, vacío/lleno) resumen en términos de experiencia estética más de 2.000 años de ideas filosóficas sobre el espacio.



Esos cortes conforman una suerte de narración gráfica y textual que explica tanto el proceso de la obra como su contexto interno. Sus viajes al subsuelo de la ciudad pretendían descubrir espacios sin nombre, lugares ocultos: «Tengo interés en una expedición al subsuelo: una búsqueda de los espacios olvidados y enterrados bajo la ciudad… Esta actividad debería sacar el arte de la galería e introducirlo en las cloacas».



Su interés por los espacios intermedios, por los contenedores corporales y sociales, por la degradación urbana y los edificios okupados le permitieron trascender el conflicto que mantuvo con la Institución Arquitectura. Uno de los primeros episodios de dicho conflicto lo protagonizó al ser invitado a participar en una exposición en la Cooper Union. En este caso, su obra consistió en el desmontaje de las ventanas del lugar de la exposición para poner en su lugar fotografías de las ventanas reventadas de edificios degradados del Bronx, y sucedió que las ventanas fueron repuestas, la participación de Matta-Clark cancelada y que Peter Eisenman le acusó indirectamente de nazi. Este conflicto continúa hasta hoy y se hace visible cuando, por ejemplo, este artista sigue estando vetado en las bienales de arquitectura de Venecia.



Matta-Clark es el gran artista del espacio -éste fue su material de trabajo y proyecto-, de sus vacíos, no sólo del arte de las últimas décadas sino de lo que hoy conocemos como historia del arte. Muy inteligentemente estuvo al margen de las, aún hoy, difíciles -por no decir imposibles- relaciones artista/arquitecto, operando directamente sobre los sólidos construidos. «Los arquitectos construyen, los artistas destruyen», afirmaba Dan Graham a propósito de la obra de Matta-Clark.


En todo caso, su obra, que él se encargó de definir como hermenéutica marxista, posee la belleza convulsa de un tiempo de crisis vivido desde la lucidez. Matta-Clark es un antihéroe moderno y uno de los primeros artistas de la posmodernidad. Él, en definitiva, transformó en arte lo que las organizaciones ciudadanas, partidos y sindicatos no querían, no podían u olvidaban hacer: perseverar en el proyecto moderno de emancipación. Más que poner el dedo en la llaga, hundió, con toda la generosidad imaginable, sus manos y su cabeza en las heridas sistémicas del capitalismo tardío. Por eso es un artista ineludible a la hora de entender el arte de los últimos cuarenta años.»



Amen…


También os dejo un post (ahora sin fotos) que hice hace algunos años sobre el gran artista y otros que han seguido su estela.

Vaya hoy mi homenaje al maestro, en mi casi 1.000 post del Ático.

Bueno, pues definitivamente he terminado de elevar  el listón de los artistas invitados al Ático a la cotas más alta, a partir de ahora sólo puedo caer en picado… siento de veras no poder volver a estar a la altura…

Las fotos son de Google.

noviembre 2nd, 2010

Arte con género (femenino)

Cuando se rastrea en la web para buscar información  sobre Monica Bonvicini siempre encuentro el mismo tipo de frases » la artista se ha destacado por explorar el vínculo del “poder” con la arquitectura y el género. Bonvicini analiza el modo en que la arquitectura, a lo largo de la historia de Occidente, ha construido un discurso –o mitología– principalmente falocéntrico que ha determinado la configuración tanto de la identidad sexual como de género. Su análisis señala tajantemente la distinción de la arquitectura como una actividad masculina que ha perdurado por siglos y que ha excluido, salvo por contados ejemplos en la actualidad, a las mujeres como partícipes activos.



Es verdad que su trabajo está lleno de este tipo de referencias sexuales explícitas, y en algunas de sus piezas recurre a estereotipos que supongo en el momento en que fueron llevadas a cabo las piezas tenían todo el sentido del mundo pero que miradas con ojos más actuales me parecen referencias algo manidas, aun así, su obra impresiona tanto por su monumentalidad como por sus mensajes directos y en muchos casos  agresivo.

Yo me quedo con esas piezas, en las que habla de la arquitectura en su ámbito más social, del espacio público y privado, de la política, del trabajo y por supuesto también de la sexualidad ya que inevitablemente todos estos condicionantes intervienen en nuestro entorno, convirtiéndolo en un reflejo mas o menos evidente de estas variantes.

Con este pensamiento, al artista pretende analizar en algunas de sus piezas, la percepción que tiene  la gente del espacio que les rodea. A sus ojos, los edificios, así como las infraestructuras urbanas y suburbanas no son neutrales, sino que muy al contrario obedecen en forma y uso a objetivos políticos, sociales, y sexuales.

Así Bonvicini, crea situaciones en las que se llama al espectador a actuar. Por ejemplo, en el 2004 para su obra, Don’t Miss A Sec’ puso un inodoro portátil en el centro de la explanada del recinto ferial del Art Basel construidos con espejos tratados para que desde fuera no se viera lo que pasaba en el interior, pero que desde dentro quedaba a la vista todo lo que acontecía en la calle, provocando una sensación de inseguridad y angustia, en el usuario, ante la inevitable duda de si lo que estaba haciendo dentro, sería compartida con todos los transeuntes que pasaban.


Otro ejemplo, en su trabajo Not for you, aborda el papel de espectador del arte y el espacio expositivo, en el que un gigante cartel luminoso e intermintente atrae a los espectadores hacia un espacio de la galería, mientras con su mensaje directo los deja definitivamente excluidos de él.


Y así podríamos examinar cada uno de sus trabajos, casi todos llevados a cabo a gran escala, con materiales como látex, cuero, acero y hormigón o lumínicos que por sus características tienen connotaciones sociales pero cambiados de contexto para crear nuevos vínculos asociativos.


Hay muchísima documentación sobre el trabajo de esta mujer en google y mucho mejor argumentada que la mía, y es que aunque me gusta en general, no puedo dejar de compararla con la inconmensurable   Mona Hatoum menos chillona y mucho más de mi agrado.



septiembre 14th, 2010

Algo más que tubos…

Hoy vuelvo a remontarme a tiempos pretéritos (esto se está convirtiéndo en una costumbre), esta vez para dejar, en sitio de honor, parte de la obra escultórica que la artistas Charlotte Posenenske desarrolló a finales de los años 60.

Yo, como es mi costumbre, me ceñiré a su trabajo artístico, pero quiero decir, que merece la pena investigar un poco más en la trayectoria personal de esta mujer, que en un momento dulce de su carrera, decidió abandonarla, decepcionada por las limitaciones materiales de arte para resolver los asuntos importantes de la sociedad. Por este motivo aparco la creación artística y  continuó su andadura profesional por los caminos de la socilogía.


Pero a lo que iba… a  su serie escultórica D y DW… para la que utilizó tubos cuadrangulares contruidos de forma modular, cuya manipulación quedaba a cargo del espectador y la colocación en la galería  era decidida por los curadores y montadores. Así la forma definitiva de sus obras se delegaba a la imaginación de los demás, una manera de invocar a la participación ciudadana y una formula de huir del trabajo estandarizado, en pro de la belleza natural de las acciónes improvisadas.



La  Serie D está hecha, en su totalidad, con tubos láminados de acero galvanizado, de sección rectangular y la Serie DW el mismo tipo de elementos pero esta vez construidos con  cartón corrugado. Ambos sistemas están formados por varias partes que se pueden combinar libremente ya que son huecos y pueden ser unidos entre sí, completando piezas artísticas que apenas se distinguen de otros diseños industriales en los que el creador no tiene protagonismo. Con esa idea de camuflar el arte, muchas veces sacaba sus esculturas a la calle, para que estuvieran cerca de su fuente de inspiración y se mimetizaran con el entorno.



Según la autora lo más importante de sus piezas era que cualquiera las pudiera manipularlas facilmente y que las huellas dactilares y otros rastros de uso se mantuvieran intencionalmente.



Interesante método de trabajo el de esta muje, que ha debido servir de fuente de inspiración a algunos autores contemporáneos.



Os dejo imágenes de su serie D y DW que he conocido aquí. Las fotos son de Google.





septiembre 2nd, 2010

Algunas intervenciones que me hacen sonreir

Tanta saturación tengo de intervenciones urbanas repetitivas y con temas recurrentes, que poquitas de las que veo me hacen entornar una sonrisilla, cuanto menos una sonrisa abierta, así que me he querido dar un homenaje a mí misma, repasando trabajos de un artista que  a pesar de lleva ya muchos años en la brecha no ha perdido su frescura.

Arno Piroud, es un gran conocedor del entrono urbano y las necesidades de sus usuarios y tiene un catalogo bien nutrido de finas intervenciones urbanas simples, hechas con sentido del humor y la mayoría con pocos recursos, que me dejan boquiabierta.

Todas ellas se entienden a la perfeccion, basta mirarlas para saber de qué nos están hablando, así que por mi parte nada más que decir.

Ya lo conocía y las fotos las he sacado de su web.


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