febrero 24th, 2011

Compartiendo piso con estatuas y farolas

El trabajo del artista Tazro Niscino me deja con la boca abierta… bueno primero me abre la boca y luego me hace reír a carcajadas… y mira que es difícil a estas alturas.

Pero no es para menos, sólo tenéis que mirar atentamente su página para descubrir un catálogo de intervenciones en el espacio público que además de estar perfectamente ejecutadas, se complementan con un sentido del humor de lo más grande y fino que he visto hace tiempo.

Este hombre, lleva a cabo construcciones efímeras, en las que se apodera de elementos del entorno urbano, en algunos casos monumentos de cierto valor artístico, en otros simplemente mobiliario común y lo introduce en el mundo íntimo de las personas, obligando a que convivan en las situaciones más extrañas.

Construye casas, hoteles, cafeterías, con contenedores y andamios, alrededor de estatuas o farolas que quedan atrapadas en el interior de sus construcciones, de manera que los visitantes y moradores del espacio tienen que convivir con el objeto en cuestión que se muestra sobredimensionado, en un espacio en el que no le corresponde estar.


Hacia tiempo que no pasaba tan buen rato viendo el trabajo de un artista. Sus imágenes del cristo subida a la cama o del hombre leyendo en su comedor a la luz de una farola no tienen precio.

Lo conocí hace tiempo, pero hasta hoy no me había puesto a mirar su obra al completo… ahora soy un poco más feliz.

Lo conocí aquí y las fotos son del autor.


febrero 22nd, 2011

Urna de cristal ilegal sobre pedestal clásico

En el 2007, El  Collectif Aéroporté colocó sin permiso en el centro de París, un monumento de cristal sobre un pedestal vacío hacía 60 años, en el que había estado colocada la figura de bronce de Charles Fourie.

Esta estatua fue utilizada como bronce para municiones en la Segunda Guerra Mundial, y la instalación en forma de volumen de vidrio, no quería usurpar su espácio sino poner de relieve la falta de dicha escultura. Una escalera invitaba a los transeúntes a llegar a la cima del pedestal  y habitar el espacio. De esta manera, el ciudadano que se metiera en ella, podía sentirse como un monumento encaramado a una peana.

La instalación duró 6 horas. Al amanecer, se cargó en un camión la vitrina de dos toneladas y cinco metros de altura, y con una grúa se colocó sobre el pedestal. Para ejecutarla se tuvieron en cuenta todas las normativas  que el ayuntamiento dicta para la instalación de obra en zonas urbanas, pretendían con ello que no les pudieran achacar problemas de seguridad y retirarla por ello.

Tanta polémica creo esta acción, que el ayuntamiento de París se vio obligado a convocar un concurso precipitado de ideas, para dar uso legal a este pedestal. Finalmente, la acción no se pudo llevar a cabo y tampoco aprobaron el retornó la urna a su lugar, los autores trataron de conseguir firmas para volver a reponer la vitrina, no parece que lo consiguieran.

Pero esta acción generó un interesante debate sobre si en toda obra artística que se pone en la calle, es más importante el valor artístico de la pieza o haber sido ejecutada en el marco de la legalidad…

Conocí este trabajo aquí y las fotos son del colectivo.

febrero 15th, 2011

Un proyecto trufado…

Muy inspirador el trabajo arquitectónico de Ensamble Studio y Anton García Abril.

El nombre Truffe describe a la perfección la naturaleza de este pequeño habitáculo en forma de piedra, que ha sido creado para mimetizarse con un entorno natural privilegiado como es el de la Costa da Morte de Galicia, encontrandonos en el interior toda la esencia del proceso de contrucción, que ha dejado su huella relativamente azarosa en la configuración de los espacios.

Voy a copiar un texto en el que Antón García explica todo el proceso de construcción que es verdaderamente interesante.

«La Trufa es un fragmento de naturaleza construida con tierra, llena de aire. Un espacio dentro de una piedra que se posa en el terreno y que se mimetiza con el territorio. Se camufla, al emular los procesos de formación mineral en su estructura, y se integra con el medio natural al someterse a sus leyes.


Se hizo un agujero en el terreno con tierra vegetal sin consistencia mecánica, un dique de contención. Luego, materializamos el aire construyendo un volumen con fardos de paja e inundamos el espacio entre la tierra y el aire construido para solidificarlo. El hormigón en masa vertido envolvió el aire y se protegió de tierra. Pasó el tiempo y retiramos la tierra descubriendo una masa amorfa.


Con maquinaria de cantera hicimos unos cortes para explorar su núcleo y descubrimos la masa de su interior construida con paja, ahora comprimida por la presión hidrostática que ejerció el hormigón sobre la endeble estructura vegetal. Para vaciar el interior, llegó la ternera Paulina, que disfrutó de 50m3 de su más rico alimento, del que se nutrió durante un año hasta que abandonó su hábitat, ya adulta y pesando 300 kilos. Se había comido el volumen interior, y aparecía el espacio por primera vez, restaurando la condición arquitectónica de la trufa tras haber sido cobijo del animal y de la masa vegetal durante un tiempo largo.


La Trufa es un fragmento de naturaleza construida con tierra, llena de aire. Un espacio dentro de una piedra que se posa en el terreno y que se mimetiza con el territorio. Se camufla, al emular los procesos de formación mineral en su estructura, y se integra con el medio natural al someterse a sus leyes.



Se hizo un agujero en el terreno con tierra vegetal sin consistencia mecánica, un dique de contención. Luego, materializamos el aire construyendo un volumen con fardos de paja e inundamos el espacio entre la tierra y el aire construido para solidificarlo. El hormigón en masa vertido envolvió el aire y se protegió de tierra. Pasó el tiempo y retiramos la tierra descubriendo una masa amorfa.



La tierra y el hormigón intercambiaron sus propiedades. La tierra proveyó al hormigón de su textura y color, su forma y su esencia, y el hormigón le entregó a la tierra su resistencia y estructura interna. Pero aún no era arquitectura lo que habíamos creado, habíamos fabricado una piedra.



Con maquinaria de cantera hicimos unos cortes para explorar su núcleo y descubrimos la masa de su interior construida con paja, ahora comprimida por la presión hidrostática que ejerció el hormigón sobre la endeble estructura vegetal. Para vaciar el interior, llegó la ternera Paulina, que disfrutó de 50m3 de su más rico alimento, del que se nutrió durante un año hasta que abandonó su hábitat, ya adulta y pesando 300 kilos. Se había comido el volumen interior, y aparecía el espacio por primera vez, restaurando la condición arquitectónica de la trufa tras haber sido cobijo del animal y de la masa vegetal durante un tiempo largo.



La arquitectura nos sorprendió. Su ambigüedad entre lo natural y lo construido, la compleja materialidad que un mismo elemento constructivo, el hormigón en masa sin refuerzo armado, podía dotar al pequeño espacio arquitectónico de distintas escalas. Desde la textura informe de su exterior, hasta la violenta incisión de un corte que revela su vocación arquitectónica, llegando a la expresión fluida de la solidificación interior del hormigón. Esta materialidad espesa, que dota a las paredes verticales de una escala almohadillada proviene de la dimensión de los fardos, y contrasta con la liquidez continua del techo que evoca al mar, petrificado en el dintel del marco espacial que mira de modo sublime al océano Atlántico, resaltando el horizonte como única línea tensa de todo el espacio interior.



Para dotar al espacio de todo el confort y habitabilidad necesaria en la arquitectura, tomamos como motivo el “cabanon” de Le Corbusier, recreando su programa y dimensiones. Es el “cabanon de Beton” la referencia que hace de la trufa un espacio habitable y disfrutable en la naturaleza, que nos ha inspirado y sometido. Y la lección que recibimos es la incertidumbre que nos guió, en el deseo de construir con nuestras propias manos, un fragmento de naturaleza, un espacio contemplativo, un pequeño poema.»



Un ejemplar método de trabajo que respeta a la perfección la naturaleza en la que se integra, aun así no puedo evitar pensar que, a pesar de su apariencia o quizás debido a ella, lo que de verdad es un desproporcionado lujo en este proyecto, es que ese entorno tan maravilloso sea de uso privado…

Lo he recordado aquí. Las fotos se las he cogido a los autores y también aquí.

febrero 14th, 2011

Bricolaje dentro de la galería

La obra de Oscar Tuazon está basada en la estética del bricolaje y la autoconstrucción, que él utiliza para crear estructuras arquitectónicas básicas y defectuosas dentro de espacios arquitectónicos modélicos como son las galerías y museos en los que se exhibe su obra.

Esto crea una sensación de tensión entre el continente y el contenido, que nos lleva a pensar que sus piezas empujan y desplazaran los límites del espacio en los que se contiene. Es como si esas construcciones desmembradas y básicamente ejecutadas con materiales industriales, atacaran el espacio tradicional de exposición, con la intención, según leo, de criticar esa idea burguesa de que el arte debe disfrutarse dentro de espacios privilegiados.

Sus piezas pues son efímeras y sólo tienen sentido dentro de el espacio donde están expuestas. El artista siguiendo un pensamiento algo hippie, se interesa sobre todo por el aspecto físico de sus esculturas, que él mismo construye sobre la marcha, improvisando a cada momento según le inspira el espacio.

En fin, me cuesta mucho definir conceptos tan abstractos, así que será mejor que veáis las imágenes, que se explican por sí mismas y que nos muestran un trabajo bastante radical y de dimensiones insospechadas que a mí me gusta mucho.

A este artista lo conocía desde hace tiempo y las fotos las he encontrado en google.


febrero 10th, 2011

Ladrillo translúcido

¿Quién dijo que el ladrillo es un material sólido y pesado.

Prácticamente nadie asociaría este material a la cualidad de transparencia pero el estudio griego, Mab Architecture ha demostrado que tratado de una manera inteligente. puede funcionar como transmisor de la luz y el sonido.

Para su Plinthos Pavilion, ellos han sabido transformar 21,816 ladrillos rojos, de lo más comunes, en una interesante pieza, construida para que la que la luz y el sonido traspasen su superficie, consiguiendo interactuar con los espectadores, que se interne en el corazón de esta instalación.

A parte de haber sido creada con tal modesto material, le han aplicado juegos de luces, que cambian de color y detectan la presencia humana, proyectando sobre ella su resplandor y también su sonido.

Lo demás lo explican perfectamente las fotos y videos que os dejo por aquí.

Lo he conocido aquí, de donde también he sacado las fotos. Me gusta, y creo que funcionaría igual de bien sin la parte interactiva.

Plinthos pavilion construction_by mabarchitects on Vimeo.

Plinthos by mabarchitects from mab architects on Vimeo.

This work is licensed under GPL - 2009 | Powered by Wordpress using the theme aav1