Me parece precioso el columpio con luz que ha creado la empresa BCXSY.
Se llama Swing Lamp, y sirve según sus creadores para no sentirse sólo en la oscuridad.
Es muy sencillo, una simple caja de luz, unas cuerdas y un sistema de iluminación por LED que funciona con un mecanismo autónomo que no precisa de una fuente de luz, es decir, que se puede instalar en cualquier lugar.
Si tuviera un jardín sería algo que querría, me sentaría en él para ver cómo se pone el sol, escuchando música y cuando se hiciera de noche lo encendería, para que su estela me iluminara en la oscuridad. Así yo misma me convertiría en una aparición.
Espero que no gaste demasiada energía y que además no sea muy caro, ¿es mucho pedir?.
Hay veces que no puedo evitar quedarme extasiada delante del ordenador, menos mal que me suele pasar cuando estoy sola en casa, porque debo tener una pinta mirando fijamente la pantalla con la boca abierta.
No os podéis imaginar cuánto tiempo pasé mirando sus lámparas, intentando desentrañar su composición, admirando cada pequeño detalle y valorando el resultado compositivo final.
Es admirable el dominio que estos dos señores tiene del reciclaje aplicado a la iluminación, ostentosa su capacidad creadora y casi insultante para los demás ver los resultados que consiguen con cualquier cosilla que cae en sus manos.
Sí, porque en sus trabajos todo es reutilizado y puesto al servicio de la luz, y cuando digo todo es todo. Parece como si pudieran sacar luz de el más insignificante objeto, y ¡qué luz!.
Bueno, esa es la sensación que me dan a mí, a lo mejor estoy equivocada y se pasan meses para conseguir estos resultados tan espectaculares, pero no lo creo. Lo que sí es evidente es que estas lámpara trascienden lo meramente decorativo y están más cerca de una pieza artística, vamos, que son esculturas aunque muchas hechas por encargo.
Ejemplo de algunos objetos que reutilizan (ninguno parece nuevo): cestas de paja, salseras, ruedas de bicicleta, jaulas, otras insignificantes lámparas, espirales oxidadas, figuritas de animales de lo más kitch, muelles de colchón, alcachofas de ducha, objetos para trabajar en el campo, mangos de palas, bandejas y vajillas de cristal antiguo, escobas, carrocerías de coches… y muchas cosas más que no voy a seguir enumerando para no cansar.
Está claro que no todos lo que hacen es utilizable para el común de los mortales con casa estándar. Por sus enormes dimensiones parecen más apropiadas para grandes loft, galerías, bares, chalets, oficinas, restaurantes y espacios públicos.
Pero eso no significa que no me causen admiración, ¿cómo se pueden mezclar objetos tan dispares y conseguir una magnífica lámpara que no tiene nada que envidiar a otra de araña clásica?. Cómo se pude consegur que alguien quiera poner en su modernísima casa una caja de madera vieja con botellas de leche?.
A lo mejor si miro muchas veces las fotos, me viene la inspiración y consigo iluminar con poco dinero algún rinconcito algo oscuro de mi atiquito y de paso reutilizo objetos que me estorban por casa. Seguro que las feas bombillas de bajo consumo no quedarían nada mal en una lámpara tan ecléctica.
Cuando los utensilios y menaje salen de la cocina, es imprevisible dónde nos los podemos encontrar. Pueden aparecer en paredes, ensillones o en lámparas. Hay muchos diseñadores que han elegido estos objetos de cocina para iluminar.
Son curiosas las de Nicholas Furrow. No es que me encanten pero me parece ingenioso el uso que este diseñador hace de elementos que comúnmente utilizamos para elaborar los alimentos. Con ellos y sin muchos más aditamentos logra que se iluminen de una manera divertida y original.
Para comprender lo que digo sólo hay que observar sus lámparas la Strainer, fabricada con coladores de varios tamaños unas perchas y poco más, también la Honey Jar, básicamente un gran bote de miel con una bombilla en su interior (a esta no le veo mucho la gracia la verdad) o la que ha fabricada con embudos que no se cómo se llama, pero que he visto en Inhabitat.
No puedo dejar de mencionar las lampara de autor de Ingo Maurer. Su Porca Miseria casi una escultura, está construida con vajillas rotas, la Canned Light a partir de una simple lata de Sopa Campbells o la Light au Lait, que tiene todo lo necesario para un desayuno, plato, taza y cuchara.
Ya he hablado en otra ocasión de Stuart Haygarth un maestro de la iluminación y del reciclaje. Una de sus lámparas, la Disposable Chandelierestá diseñada única y exclusivamente de copas de plástico de colores. También hay que mencionar su espectacular Tide Chandelier, parte de los elementos empleados en ella son envases de alimentos reciclados de la basura. Hechas con copas pero esta vez de cristal, tenemos varios modelos, la Glasklasen de Nasielsky, la Cocktail and Lace de Michael and Nora o la Sweet and Heady de Ray Power.
Tazas y platos de porcelana antigua son los elegidos por la diseñadora Malin Lundmark para sus originales y sencillas lámparas.
Y ya por último quiero destacar Hungry la serie de espectaculares lámparas de Ali Siahvoshi, creadas a partir de cubiertos colgando de soportes y que han sido producidas por Fabbian.
Y aquí lo dejo por hoy, ejemplos hay muchos más que ya iré mostrando, esto ha sido sólo para ir abriendo el apetito.
Que las luces de navidad me gustan poco, creo que ya ha quedado claro. Bueno no es que no me guste es que considero que son demasiado profusas y que gastan una barbaridad.
Y parte de este despilfarro me parece que se debe a que este tema no se deja en manos de expertos dándose alegremente ¿a quiénes? a artistas de otras disciplinas con escasos conocimiento del tema (a lo mejor estoy equivocada) pero con mucho tirón publicitario.
Por ejemplo en Madrid, la ciudad que más luz navideña consume de España, se ha encargado a Agatha Ruiz de la Prada, Ángel Schlesser, Alma Aguilar y Amaya Arzuaga, Juan Duyos, todos diseñadores de moda, sólo he localizado en el proyecto a dos profesionales, los arquitectos Juan Busche e Isabel Barbas.
Según El Mundo«Estas navidades brillarán en la capital cerca de nueve millones de lámparas, 900.000 más que el año pasado, pese a lo cual el consumo energético se reducirá en torno a un 8% gracias a la mejor eficiencia energética».
¿Y?… pues no me consuela nada. Según ADN con los 2.028.000 kilowatios/hora que se van a gastar se podrían abastecer 5.600 hogares durante todo un mes. Casi nada.
Porque si estamos hablando de consumo responsable, sostenibilidad, energías alternativas y nos están pidiendo a los ciudadanos que ahorremos todo lo posible, ¿como es posible que el ayuntamiento haya colocado 9.000.000 bombillas?, 900.000 más que el año pasado. No me cabe en la cabeza.
A ver… que no… que no se trata de ponerse en el ordenador llenar la pantalla de muchos puntitos de colores para conformar espectaculares dibujos… que luego esos puntitos van a sustituirse por bombillas… que gastan… que no son para la tela de un vestido….
No vale justificarse con que lo vayan a pagar los comerciantes y estos tiene mucho dinero, hay que conseguir que con menos puntitos quede bonito y de paso tratar por todos los medios que esos puntitos se iluminen con la energía que menos gaste y contamine.
Hablando de luces navideñas, quería comentar una iluminación navideña patrocinada por Nokia en la calle Regent Street de Londres y tengo que decir que, con lo puñetera que soy para esto de las marcas, esta vez me parece una iniciativa interesante. No os penséis que el espíritu de la navidad me haya dado con un palo en la cabeza y me ha dejado atontada, os cuento.
Nokia ha patrocinado la iluminación navideña de esta calle como parte de una campaña para anunciar la llegada inminente, en el 240 de dicha calle, de su tienda insignia en Londres.
La instalación se llama Unityy ha sido obra de la agencia de publicidad Wieden +Kennedy, que ha desarrollado el proyecto en colaboración con United Visual Artist empresa a la vanguardiaen proyectos de iluminación, especializados en dirección de arte, diseño de producción y la ingeniería de software y con P2 Group especializada en interiorismo de tiendas de lujo.
¿Y qué han hecho? pues una moderna iluminación que se sale de la tradicional iconografía navideña para recordarnos algo a un decorado sideral, sencillo y moderno.
No trata de cubrir toda la extensión de la calle sino que está formada por grandes grupos de bolas de distintos tamaños que se van alternándose cada pocos metros. Así se consigue, sin recargar ni utilizar gran cantidad de luces, que estás tengan un protagonismo evidente.
A esto ayuda que son luces interactivas que cambian de color. Son activadas por una cámara que detecta el movimiento y reacciona al volumen de peatones de la zona y también a factores ambientales tales como la velocidad del viento, el clima y los niveles de luz solar.
Y según dicen, han reducido el impacto ambiental de la decoración, utilizando núcleos de LED de bajo consumo y han utilizado sólo material 100% reciclables. Uff, que se me olvidaba, desde el 14 de diciembre las luces, podrán ser cambiadas por los visitantes que acudan a la recién inaugurada tienda, se hará a través de una pantalla interactiva. También habrá una serie de juegos de luces programados durante todo el periodo navideño.
En fin, no se si creerme del todo que se han preocupado mucho por el impacto ambienta, no veo entre los colaboradores especialistas en este tema, pero lo que si es verdad es que por lógica, al no haber tratado de ocupar toda la calle con la iluminación, el consumo ha debido disminuir sensiblemente.
Y otro cosa, los juegos de luz de colores han llegado también a la iluminación navideña, que ya me parecía raro a mí lo que estaba tardando.
Nada que ver con el estilo ñoño de las luces navideñas de la vecina calle Oxford Street que ha sido patrocinada como años anteriores por Disney y que esta vez tenía como temática principal su nuevas película Enchanted. Me he enterado por Creative Reviwer.
De vez en cuando repaso el trabajo de algún diseñador o empresa que me ha gustado y de la que hablé en el pasado ( suena como si llevara montones de años haciéndolo), siempre te puedes encontrar con obra nueva que no conocías o redescubrir otra que pasaste por alto en su momento.
Bueno pues el otro día volví al encuentro de un diseñador del que ya había hablado, Thelermont Huptony y quería comentar alguna de sus divertidas lámparas.
La más ocurrente es la Tight Lights del 2006. Sencilla, el creador ha credo una especie de botella, que conforma la tulipa de la lámpara, esta se forra con cualquier modelo de media o calcetín fino, de esos que a todas las chicas se nos desparejan.
Así la apariencia final de la lámpara o la luz que desprende, dependerá del tipo de media que le pongamos. Lisa, con topos, con rallas, con blondas, bordadas… para cambiar la iluminación simplemente hay que cambiar las medias.
Si estas lámparas con lencería fina son divertidas, la serie de este mismo autor las llamadas Blown Up del 2005 son verdaderamente entrañables y delicadas.
Sus frágiles pantallas han sido creadas con vidrio soplado y tienen la apariencia de esos globos de extrañas formas que se venden en las ferias o que llevan los payasos en sus espectáculos. El pié es fino y alargado lo que incrementa más esta sensación.
Unos modelos más amables, animales de apariencia infantil, flores transparentes, también hay unos grifos y una granada, la temática es de lo más variada.
No son las únicas lámparas que han salido de la cabeza de este creador, también están la Dynalight y las Woven Lights pero no me parecen tan originales porque no siempre es fácil estar a la altura.