octubre 15th, 2007

Publicidad invasiva en gran formato


Por fin me he echado a la cara y a la cámara, a esos famosos mamotretos publicitarios que el ayuntamiento ha permitido instalar en Madrid y cuya explotación ha sido concedida a la UTE Cemusa/Clear Channel.

Son impresionantemente grandes e impresionantemente ostentosos. La publicidad en ellos luce por encima de todo, los árboles, las fachadas, los coches y sobre todo por encima de los peatones. Además están colocados estratégicamente para que tampoco los conductores pierdan detalle de ella.


Ya se lo que me van a decir los defensores de estos soportes, pues que están pensados para interrumpir lo menos posible el paso. Pero… y la vista, ¿que pasa con ella?.

Además, ¿cómo se entiende que en un momento en que se está hablando de contaminación, de saturación del mercado, de que tanto ruido publicitario hace imposible discernir el mensaje… cuando se experimentan nuevas fórmulas de comunicar, asociadas con las emociones, la humanización y la personalización… cómo se explica pues, que aquí se esté pensando simplemente en el burro grande…?


Pero… que tonta soy, seguro que lo he entendido mal y han sido ideados para colocar en ellos información que interesa al ciudadano, a lo mejor van a marcar los puntos de interés cultural de la zona, a lo mejor van a señalizarnos los accesos al metro, a lo mejor, a lo mejor, a lo mejorrrrrr…

Pues no, han sido concebidos simple y llanamente para colocar en ellos publicidad, pura y dura, grande y llamativa.


No voy a entrar en quién es el que se va a lucrar con su colocación, lo que sí me gustaría es que alguien me explicara, en qué nos va a beneficiar a los peatones y conductores.

Y no se trata sólo de que sean una molestia para transitar, que también, sino que además convierten, un poco más, la ciudad en un inmenso soporte publicitario, un Time Square sin luminosos y a lo cutre, que nos priva de la visión de espacios abiertos, de fachadas interesantes, de arboles o del simple cielo azul.


Pero no penséis que toda publicidad está permitida en las calles de Madrid, para nada.

El año pasado el ayuntamiento aprobó una ordenanza reguladora de la publicidad exterior en la que se obliga a los comerciantes, en un plazo de dos años, creo, a desmontar sus rótulos luminosos, incluso las cruces verdes de las farmacias, para preservar la imagen de la ciudad.

Además, todos los días vemos a empleados de limpieza del ayuntamiento quitando de las paredes, carteles, pegatinas y street art, con un interés directamente proporcional al nivel económico del barrio. No se si se habrán enterado de que se subasta obra de Banksy en Sotheby’s, a precios millonarios.


Y entonces… si el consistorio demuestra tanta preocupación por la estética de la ciudad ¿qué hace tan especiales a esos soportes para que pasen por encima de todas las ordenanzas habidas y por haber?… cada uno que piense lo que quiera.


Yo voy a dejar aquí algunas ideillas por si alguien se siente agredido en su sensibilidad por una hamburguesa gigante o no le apetece topare con el cuerpazo de una supermodelo, tamaño King Kong.


Leo en Guerrilla Innovation que Helmut Smits, en una iniciativa estilo guerrilla gardening, está plantando árboles delante de los soportes publicitarios. Para hacerlo, el artista, una vez localizado el soporte, se disfraza de jardinero municipal y a plena luz del día coloca un enorme árbol, impidiendo la visión de la publicidad.


Y para los que se vean realmente afectados por esta desmesurada publicidad, pueden pensar seriamente en comprometerse con un activismo o bandidaje publicitario más continuo, que es lo que llevan a cabo Billboard Liberation Front BLF, Adbusters, The Yes Men y muchos otros grupos inscritos en la llamada Culture Jamming.


Y es que, si no hay problema en poner obstáculos en las calles, por lo menos que estos sirvan para algo útil. Un ejemplo, los Solar Tree, arboles solares, que el diseñador industrial Ross Lovegrove ha ideado para iluminar las calles de Viena y que además de recrear la naturaleza en el centro de una gran ciudad, iluminan las calles mediante la energía solar que acumulan.Y sin generar contaminación lumínica.

A ver si aprendemos…

octubre 7th, 2007

Techos para los sin techo


La estética es muy importante, vaya perogrullada, a todos nos gusta rodearnos de cosas agradables a la vista y no nos planteamos si son necesarias, si ya tenemos otras parecidas o si realmente están bien diseñadas para la función que deben desempeñar, pero claro… son tan bonitas. Y lo mismo pasa con las personas.

Pero muchas veces ocurre, que la estética se utiliza ilícitamente para ocultar cosas desagradables, feas o que no interesa que se vean. Eso me fastidia.


Y ese sentimiento de fastidio,lo he sentido cuando leyendo un artículo de Web Urbanist me he encontrado con el post «Creative Urban Furniture: Convertible, Inflatable & Portable Homeless Shelters» en el que hacen mención a algunas iniciativas para facilitar la vida de los los sin techo.

Son buenas ideas y la mayoría parecen más o menos realizables, aunque dudo mucho que los ayuntamientos, sean quienes gasten su dinero en acciones que sacarían aún más a la luz realidades tan «poco estéticas» como que los vagabundos duermen en las calles y mucho menos que faciliten que esto siga pasando.


Pero sí, es un hecho innegable, aunque se quiera ocultar, que hay gente que duerme en las calles, me encuentro con ellos todos los días incluso en el descansillo de mi casa y creo que se podría hacer un pcoquito más fácil su vida con mínimas inversiones y buena voluntad.

Y eso es lo que han pensado los autores referenciados en ese artículo, donde me llama la atención sobretodo el proyecto paraSITE que aprovecha las máquinas de aire acondicionado que expulsan el aire al exterior, para hinchar con él una especie de refugio, que cuando está vacío, no ocupa nada por lo que es fácilmente transportables.


Las demás ideas también me gustan, todas menos una, la que me fastidia, es la creación de Agustín Otegui, que ha ideado la Urban Shell, una especie de refugio metálico, que de tan estético y bonito que es, me resulta incompatible con su función.

No es que se le puedan poner muchas pegas en cuanto a diseño, es decorativo, se desplaza y es multifuncional. Sirve de carrito con el que transportar las pertenencias de su dueño, además de mantenerlas a buen recaudo, tiene cierre de seguridad, y además se convierte en habitáculo para pasar la noche.


Si es invierno, te protege del frío y si es verano se puede ampliar mediante una especie de toldo para dormir agradablemente al aire libre.

Todo perfecto, si no fuera porque no estamos hablando de una tienda de campaña para que los niños con dinero se vaya de acampada con todas las comodidades. Nada más alejado de la realidad, se trata de una casa con la que los indigente tienen que ir todo el día cargados.


Y esta solución no parece ni ligera, ni rápida de montar, ni mucho menos barata. Vamos, que a mi entender no ha dado con el público objetivo del producto ni por asomo.

Se me ocurren varias preguntas para el autor ¿quién se la va a proporcionar a los necesitados, con lo cara que debe ser? ¿no parece un poco ostentosa para llevarla por las calles sin llamar la atención? ¿No causará problemas a los dueños el despliegue que hay que hacer para usarla?


No me extraña nada que no haya sido una de las propuestas ganadoras ni mencionadas en el concurso Shelter in a cart organizado por Designboom, al que se presentó y en el que se pedían soluciones habitacionales y de transporte de pertenencias para indigentes.

Si se echa un vistazo a este concurso se verá que había ideas muy ingeniosas, ligeras, rápidas de montar y con una estética de acuerdo a las condiciones de vida de los posibles usuarios.


Pero todas estas bienintencionada ideas no resuelven el problema de cómo se van a hacer los indigentes con ellas. Algunas no parecen ser muy caras pero aún así, no me explico cómo conseguirlas sin dinero.

Y si las reparte alguna institución, ¿cómo demostrar que se está necesitado de una?, ¿te pones en una fila como cuando reparten la comida? o ¿hay algún registro de indigentes, que te acredite como tal?.


Así pues, para mí, aún siendo la más sencilla, la mejor solución de todas las que he visto para este post, es la que plantea el Ejercito de Salvación de Estados Unidos. Una manta al alcance de los indigentes, situada en puntos estratégicos, que cumple una doble función, servir como abrigo para todo el que lo necesite, (sólo hay que descolgarla de la pared y usarla), y además ser un soporte publicitario para hacer llegar a todos, un mensaje de concienciación sobre la realidad de los indigentes.

Y vamos a dejar la estética para otro momento…




septiembre 18th, 2007

Cuerpos que caen mientras nos iluminan


Si eres de esos a los que no le importa tener encima de su cabeza el apocalipsis, la lámpara Damned te va a encantar.

Es impresionante, con todos esos cuerpos retorcidos por el dolor y en posición de caída, tan ornamental y barroca que agobia.

Me parece el típico objeto que se encuentra en las páginas de Bornrich por varias razones: tiene un aspecto lujoso y exclusivo, está creado por un artista, es una serie limitada de 40 piezas y cuesta un dineral.

Creada por el arquitecto Luc Merx para la serie Private Collection de la empresa Materialise, se ha diseñado por ordenador y fabricado en poliester.


El efecto que produce cuando se enciende la luz en su interior y se proyecta en este amasijo de cuerpos, petrificados en su caída, es de lo más dramático y espeluznante.

Tan espeluznante que a mí me disgusta bastante, no me puedo imaginar comiendo con esa masa humana tan realista encima de mi cabeza, ¿y si se me cae algún cuerpo encima?.

Se puede comprar en Unica por la bonita cantidad de 47.520 dólares.

Pues ahí la tenéis, para quien la quiera.

septiembre 10th, 2007

Pasar una noche en Ikea, versión nórdica del hotel del terror


Leo en Marketing News que Ikea ha desarrollado, una campaña de marketing no convencional, para promocionar sus tiendas como destino turístico, en la que premió a clientes con una noche de estancia en sus almacenes, como si de un hotel se tratara.

La acción ha tenido lugar durante 1 semana en Oslo. 30 elegido entre los que escribieron solicitándolo, tuvieron el «honor» de pasar una noche en la tienda, hacer un tour especial por las instalaciones, y degustar la cena y el desayuno.

Vale, genial, es verdad que mucho gente visita Ikea, yo me incluyo. Que atrae más visitante que muchas otras atracciones turísticas, pero no se me ocurre ningún motivo para pasar la noche allí, de verdad que no.

Como ya dije en el anterior post, yo debo ser una persona muy miedosa porque además de aterrorizarme los muñecos de porcelana, también me produce escalofríos incontrolados, pensar en permanecer una noche entera en una inmensa nave llena de muebles de Ikea, y cenar alguno de los platos que sirven en su restaurante.

Ya considero crueldad mental tener que hacer durante las horas de comercio, esos recorridos programados de los cuales no te puedes salir, sin correr el riesgo de volver, a la casilla de salida. Así que hacerlo por la noche, a media luz, y con los empleados de un sitio a otro cargados de mercancía no me parece nada sugerente, de verdad.

Me imagino que soy uno de los agraciados y que tengo ganas de ir al baño o a beber agua durante la noche. Tener que hacerme todo el itinerario en albornoz, pasando por la sección de lamparas, mobiliario infantil, plantas de interior y cuadros… ¡sería traumático!.

Y luego, lo de la suite nupcial con intimidad cero… entre los 30 galardonados, los trabajadores nocturnos y los 4 empleados que velaban por el bienestar… habría allí mas tráfico que en el metro a primera hora de la mañana.

Vamos, que no, que no dormiría ahí ni aunque me pagaran. Como versión nórdica del túnel del terror me parece bastante lograda la cosa.

Al final la experiencia no debió ser satisfactoria para todos, como cuentan en Stilo. Mientras sólo dos parejas afortunadas durmieron en los aposentos de lujo, el resto se tuvo que conformar con hacerlo en sacos de dormir en la sección de colchones, con las luces encendidas y los empleados transportando la mercancía a las 4 de la mañana.

Pues ahí no queda la cosa porque los señores de Ikea están montando en Delf el primer hotel 100% Ikea. Se situará al lado de la tienda Ikea y está pensada para acoger a todos los que se desplazan a hacer sus compras y también a los empleados que van a hacer cursos de formación a dicho centro.

Espero que sea muy barato, porque para dormir rodeados de muebles de Ikea no hace falta salir de la casa de uno y seguramente en cualquier pensión residencia y hotelillo barato podremos gozar de una decoración similar, sin tener que pernoctar en un polígono a las afueras de la ciudad, ni alimentarnos de esas albóndigas suecas que he visto en las fotos.

He exagerado un poco, pero es que me hace gracia las cosas que se están llegando a hacer para alcanzar notoriedad. Y es que se trata de eso, que hablen de uno… aunque sea mal.

agosto 20th, 2007

Concurso de arquitectura en Second Life ¿para quién?


Yo que pensaba que me había librado definitivamente de tener que crearme un avatar en Second Life para así poder rastrear a la búsqueda de esos diseños que iban a facilitar y ornamentar la vida de los habitantes de este universo virtual en el que todos estaban deseando vivir.

Estaba tan contenta al oír que el mundo de SL se estaba vaciando, porque me hacía pensar que tenía razón al preferir escribir un blog de decoración en el mundo real que emplear mi escaso tiempo en intentar lucrarme con una personalidad inventada en este extraño universo paralelo, donde todos son como quieren ser, pero en el que nadie puede hacer lo que realmente desea, bien porque está prohibido, bien porque no se tiene dinero para adquirir lo necesario para hacerlo.

Pues eso, que me enrollo, estaba yo tan orgullosa de mí, cuando leo ayer en Plataforma Arquitectónica que se ha convocado el 1er Concurso de Arquitectura en Second Life.

La noticia me ha dejado pasmada y preguntándome ¿para qué?. Si no hay habitantes ¿qué objetivo tiene diseñar edificios, espacios públicos, tiendas…? ¿como ejercicio de estilo?, esto no me debería sorprender, porque pasa también en la First Life.

La «original idea» es del iluminado Stephan Doesinger artista y arquitecto austriaco que debe estar tirándose de los pelos por no haber tenido la iniciativa un añito antes de esta especie de diáspora avatariense.


Seguro que el evento hubiera tenido gran repercusión mediática y algunas empresas habrían recurrido a él para diseñar los edificios de sus sedes virtuales, que ahora se están abandonando precipitadamente.

Voy a intentar hacer un seguimiento del concurso, total se falla el 1 de septiembre, a ver si lleva a buen puerto, no hay deserciones del jurado, la entrega de premios en el mundo real, que coincide con el International Ars Electronica Festival de Linz, tiene tanto lustre como se promete y la «isla virtual» donde se deberían exponer los trabajos ganadores no naufraga.

Ya lo dicen algunos que saben sobre esto de las oportunidades de negocio, no sólo hay que tener una buena idea sino saber desarrollarla con brillantez y, añado yo, llevarla a cabo en el momento justo. Pero creo que en el caso de este concurso, su tiempo ha pasado.
Pero claro, esto es sólo mi opinión.


Quizás sería mejor negocio, intentar gestionar y mejorar los recursos gráficos que ofrecen los videojuegos en general, para aplicarlos como herramientas de trabajo en las escuelas y universidades. Muchos estudiantes de arquitectura y diseño agradecerían poder trabajar con ellas a la hora de plasmar sus ideas.

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