mayo 5th, 2008

Jardines que van y vienen


Perdonad si soy pesada con el tema de la utilización de los espacios públicos, pero es que empieza el calor, mi ático no tiene terraza, y además veraneaba en un pueblo donde la gente sacaba las sillas a la calle y allí se quedaban comiendo, bebiendo y charlando hasta altas horas de la madrugada, creo que a esto no se le puede llamar botellón ¿no?


Así que me siento obligada a dejar por aquí la iniciativa de Annechien Meier esta artista holandesa que ha pensado mucho en cómo facilitar a los habitantes de grandes ciudades, el acceso a zonas verdes, aunque sean portátiles.


Como su página esta en holandés no entiendo nada pero con ver las fotos me imagino de lo que se trata. En Mobile Garden la artista ha creado un jardín, bueno, más bien una huerta sobre una plataforma móvil, de manera que sea fácil aparcarlo y desplazarlo por áreas urbanas en las que el contacto con la naturaleza es prácticamente inexistente.


Como si de un fenómeno de feria se tratara, la huerta móvil se puede ir desplazando de barrio en barrio para la sorpresa y admiración de todos los que desconocen que las verduras se crían en la tierra y no vienen envasados de fábrica.


Debe ser muy educativo implicarse en temas de plantación y cuidado de las plantas de este huerto, tarea que requiere dedicación colaboración y trabajo en equipo.


Me parecería estupendo poder pasear una huerta por el centro de la ciudad, si se ponen unos asientos en la plataforma, resultaría un trayecto de lo más agradable. También se podría aparcar en la zona reservada para coches y permanecer allí el tiempo reglamentario para luego cambiar a otra ubicación necesitada de verde.


Cambiaba yo alguna de las carrozas que desfilan por Madrid en la Cabalgata de Reyes o en las fiestas del Orgullo Gay por otras como estas, más ahora, que está tan de moda el tema ecológico…



Una variación sobre el tema «jardín sobre plataforma móvil», es su Mobile Garden II para el que la artista ha elegido el techo de un autobús urbano como superficie para cultivar en él su particular espacio verde.


Dicho jardín fue aparcado en la puerta del Museo Norbotten de Lulea, Suecia durante la Bienal que se celebró en bajo el tema, arte y naturaleza.


Lo mismo hizo para su proyecto Mobile Garden III para el que colocó una huerta en las parte superior y alas de una avioneta, esta vez durante la Bienal de Arte de Corea del Sur.


Huertos y jardines móviles… que buena idea… aunque hay que tener cuidado para que no consuma mucho combustible en sus desplazamientos…

Lo he visto en Next Nature.


mayo 4th, 2008

Maneras de sentarse cómodos en los espacios públicos


David, con quién he compartido bromas estos días sobre qué pasaría si aparcaba mi sofá en zona reservada para los coches y me pusiera a leer tranquilamente el periódico, previo pago de la tarifa de la ORA, me ha mandado información sobre un proyecto que llevó a cabo junto a Genoveva Carrión para Transite 2006.


Ojos que no ven, corazón que no siente que así se llamó su propuesta ganadora, consistió en aprovechar el cajón de la obra de la Iglesia del Salvador de Sevilla, un muro de obra de lo más básico, para convirtieron en un elemento de mobiliario urbano, un sofá, utilizable por los ciudadanos.


Y esto se llevó a cabo mediante una acción tan simple como acolchar dicho muro y parte del suelo, con tela resistente a fuego y antidesgarro, con lo que se consiguió un gigantesco y cómodo sofá público que se acompañó con unas grandes cortinas perforadas rojas, que hacían más confortable el lugar y de paso lo señalizaban.


Todo el proyecto está documentado en el blog Intrometidos, que los autores crearon para ese fin.

Siguiendo con la idea de intervenir los espacios públicos y hacerlos más confortables a los usuarios, he recopilado algunas cosillas que tenía guardadas, en las que colectivos más o menos artísticos ofrecen a los ciudadanos medios para descansar en zonas que normalmente no están acondicionadas para este menester.


No voy a hablar del proyecto PARK(ing) porque, aunque es de las acciones que más me gusta y me parece más confortable, ya lo hice en un post llamado Verde que te quiero verde.


Otra iniciativa que me encanta es la Permanent Breadfast, que surgió en 1996 cuando un grupo de artistas comenzó a desayunar en lugares públicos.


La idea es bastante simple, una persona invita a desayunar a otras en cualquier sitio público y estas se comprometen a invitar a otro desayuno en la próxima fecha posible.


De esta manera, hasta el día de hoy, estos desayunos se siguen convocando y en ciudades como Praga, Berlín, Oslo, Nueva York o Melbourne no es raro ver una hermosa mesa del desayuno en un parking, una calle, en un parque o centro comercial.


Me parece una civilizada manera de disfrutar de un espacio común, compartiendo el desayuno con amigos. Será cuestión de convocar alguno en la Plaza de la Luna, si es que no está invadida por algún cutre mercadillo medieval.


Otro interesante proyecto relacionado con el acomodo en la vía publica es el llamado public chair que se llevó a cabo en Nueva York en el 2005.


Si no he entendido mal, consistió en recuperar de la basura, sillas y objetos para sentarse y, mediante una plantilla en la que se podía leer Public Chair, marcarlas para de esta manera cobraran protagonismo y se convirtieran en una especie de donación a la comunidad y que fuera aprovechada para hacer un alto en el camino, reflexionar, descansar y disfrutar de noches de verano al aire libre.


Con esta acción, se cumplieron dos buenos objetos, reutilizar objetos inservibles, asignándoles un nuevo uso y a la vez dotar de infraestructura a los espacios públicos.



Una iniciativa parecida, Siéntese, se inició en Madrid en el 2007 bajo el auspicio de Patio Maravillas y consistió en recatar sillas de la basura y después de darles un tratamiento de escultura (pintarlas de color dorado), sacarlas a la calle para que pudiran ser utilizadas como espacios para el diálogo y el disfrute público.


Toda la evolución del proyecto, que creo aún no ha terminado, se puede encontrar en su blog Siéntese.


Y estas son algunas creativas y cómodas maneras, de sentarse en los espacios públicos, sin necesidad del patrocinio de las instituciones y sin tener que consumir bebidas y comidas a precio de escándalo.


Hay que tomar nota… que llega el veranito…

abril 7th, 2008

Rojo sobre fondo verde, con pinceladas azules


Me encanta la intervención paisajística que han realizado en la margen del río Tanghe a su paso por la ciudad china de Qinhuangdao.


Me reconcilia «algo» con la nueva arquitectura que se practica en ese país, a la que no tengo en muy alta estima, primero por haber visto con mis propios ojos verdaderas aberraciones cometidas en pro del progreso y después por estar sobresaturada de información, sobre las maravillas arquitectónicas que se están «perpetrando», con la excusa de los inminentes Juegos Olímpicos de Pekín.


Bueno, el caso es que en el Tanghe River Park lo han hecho bien, y sin grandes ostentaciones han conseguido un resultado espectacular, lo que le ha valido un premio de honor de la American Society of Landscape Architects, por una vez coincido con la opinión de un jurado.


Para invitar al uso y disfrute, por parte de los habitantes del pueblo, del maravilloso parque que bordea las margenes del río, lo que han hecho es instalar un banco corrido de llamativo color rojo que se extiende serpenteante a lo largo de medio kilómetro paralelamente al cauce del río.


La bancada es de metal y lleva acoplado un sistema de iluminación y unos huecos por los que la vegetación surge a lo largo de la pieza, también se ha instalado un pasillo de madera, acoplado al banco, que facilita el paseo. El conjunto se complementa con 4 pequeños espacios techados para resguardarse de las inclemencias del tiempo.


La vegetación del parque es de lo más variado, por lo general especies autóctonas, y se combinan con gran acierto, arboles, con flores y con altas hierbas. Aparentemente, parecen haber crecido allí de forma espontánea, pero en realidad fueron elegidas cuidadosamente.


Así, lo que antes era prácticamente un basurero es hoy un agradable sitio de esparcimiento, para los habitantes de la urbe, que pueden disfrutar de un día de playa fluvial. Además, el buen diseño de su iluminación ha conseguido que por la noche se pueda seguir utilizando para pasear.


Esta instalación posee pues la gran virtud de haber urbanizado la zona, sin causar grandes daños en el ecosistema y sin haber mermado su valor ecológico. Algo recuerda a la obra de Goldsworthy.


Y hay que ver qué bien combina el rojo, con el verde de la vegetación y toque azul de las aguas del río. Por esta vez, tengo que reconocer que me gusta. Las puestas de sol parecen bellísimas.


Lo he visto en Yatzer.


marzo 14th, 2008

Verdes pastos para mínimos espacios (en Tokio)


A los japoneses en general les gusta la vegetación pero los habitantes de las ciudades no lo tienen fácil para disfrutar de ella. Mientras en New York el 12% del suelo de la ciudad se emplea como zona verde, en ciudades como Tokio, debido al escalofriante desarrollo constructivo, sólo se utiliza un insignificante 4%, con lo que es prácticamente imposible conseguir un metro cuadrado para plantar algo.


Pero como ingenio no les falta, se les han ocurrido soluciones innovadoras, como por ejemplo, aplicar todos sus conocimientos informáticos y científicos en construir una granja subterránea de más de 1000 m2.


Pues sí, como si fuera lo más normal del mundo, han creado un ecosistema completamente artificial, para que esta particular granja crezca frondosa, aun estando bajo tierra.


El invento se llama PasonaO2 y se define como una granja urbano orgánica mantenida con tecnología high tech. Está ubicada en uno de los distritos de negocios más importante de Tokio debajo de un edificio de oficinas, en el sótano de un banco.


Su propósito es que sirva como una especie de escuela para facilitar conocimientos agrícolas a los jóvenes que están teniendo problemas para encontrar empleo y también a las personas de mediana edad en busca de una segunda carrera. Sin tener para ello que salir del centro de la ciudad, vamos, de camino a casa después del trabajo o las clases.


Unos 100 aspirantes a agricultores ya han tomado un curso de capacitación agrícola en esta granja subterránea.


En un total de 6 salas, producen verduras, frutas, flores, hierbas aromáticas y también un campo de arroz en terrazas. En total hay además 15 plantas autóctonas del Japón procedentes de zonas suburbanas y que artificialmente son producidas en este centro.

En ausencia de luz solar, las plantas se mantienen con sofisticados sistemas de iluminación artificial. La temperatura de la habitación y la humedad es controlado por ordenador y la hortalizas verduras y frutas son ecológicas, se cultivan sin pesticidas.

Si no os lo creéis, sólo tenéis que mirar las fotos. No me quiero imaginar a cuánto saldrá un kilo de tomates subterráneos. Del sabor no dicen nada, dudo mucho que tenga un gusto como los que crecen al aire libre, pero bueno, como se trata de que practiquen labores del campo, tampoco es que esto importe mucho.


Pero no todas las plantas de Tokio están enterradas bajo tierra, menos mal, porque pese al poco espacio que se puede conseguir entre la maraña de edificios, los habitantes, como buenamente pueden, crean sus mini espacios con vegetación, en medio de una construcción urbana, que intentando aprovechar el espacio al máximo, no ha dejado muchos huecos para patios, terrazas y mucho menos, jardines públicos.


Así las cosas, no les ha quedado más remedio que buscarse la vida y plantar, textualmente, sus macetas en la calle. Y como en general son muy respetuosos con la propiedad privada, el vandalismo no se ensaña con ellas y se mantienen en el sitio asignado, sin ser destruidas ni robadas.


Esta especie de guerrilla floral es un movimiento que se va extendiendo, donde hay un pequeño hueco en el pavimento, una isleta en un cruce, una acera algo ancha, una valla, ahí surge un minijardín. Muchos son creados por los comercios de la zona, otros los propios vecinos de manera individual o compartiendo la responsabilidad de su cuidado.


Su construcción más usual es por acumulación de macetas o recipientes de lo más variopinto, cualquiera vale, para nada tienen que ser todos iguales. Además, para darle más sentido de jardín, algunos le añaden construcciones para pájaros e incluso gnomos de jardín.


Con sus plantas, naturales y en algunos casos artificiales intentan dar color al gris asfalto a las máquinas expendedoras, objetos abandonados, feas paredes, escaleras, material urbano, obras, sitios de paso y todo mínimo espacio libre, o no, en la vía pública.


A mí personalmente, me encanta este tipo de jardín-maceta sea grande, pequeño, con gnomo o sin él. Se adapta tan bien a los espacios, tienen un aspecto tan delicado y provisional… cada uno es único e inimitable porque se construye con los recursos que en ese momento se tienen, lo que le da un aire destartalado y desordenado que me agrada.


Tiene, además la capacidad de adaptarse a cualquier cambio, crecer o decrecer según convenga, se pueden reutilizar objetos inservible y ademas, seguro que une a los vecinos en las tareas de mantenimiento.


Si no fuera por lo cafres que somos por aquí, me iniciaba una acción de guerrilla, plantando un jardín de macetas en la Plaza de La Luna. Ya se que soy pesada con el tema, pero es que me parece tan horriblemente gris y triste y la tengo tan cerca de mi casa…


Además, el dichoso jardín vertical con dibujo de luna en cuarto creciente, ni crece ni reverdece. Si ya me lo imaginaba yo, sin saber nada de jardinería…, señores planificadores…, que en esa pared no da nunca el sol…


Lo he visto en Marukuwato y cómo no, en Pingmag. A ambos le he cogido prestadas las fotos.



marzo 3rd, 2008

Reutilización como bandera


Rotor es una interesante empresa belga que intenta ir un paso más allá del reciclaje potenciando sobre todo la reutilización de los objetos.


Según ellos, aunque el reciclaje es bueno, también tiene inconvenientes. En producir nuevos productos se requiere mucho gasto de energía y si se incineran, aunque produzcan energía se destruye la materia. Así que claramente la reutilización es la opción más interesante, aunque injustamente es a la que menos interés se presta.


Cuando un producto se reutiliza para un fin similar al que fue creado, el consumo de energía en su producción es mínimo. Además tanto la empresa que proporciona la materia y que se ahorra el coste de su eliminación o incineración, como la que la utilizará, que tiene materia prima gratis, salen claramente beneficiados y entre las dos evitan el derroche.


Y sobre estas bases trabaja Rotor, una plataforma para la gestión de los residuos industriales y la reutilización. Pretenden, entre otras cosas, fomentar los contactos entre los productores y los posibles interesados en los residuos.


Rotor ha creado para su sede la RDF181 una construcción parásita adosada en un edificio en un terreno desocupado del centro de Bruselas, que utilizarán durante 1 año, hasta febrero del 2009. En ella, además de trabajar, organizarán exhibiciones y charlas.


Aunque no cuentan cómo ha sido construida, por las fotos puedo ver que los materiales empleados tienen toda la pinta de haber sido reutilizandos.


Rotor ha organizado por ejemplo un certamen en el 2004 llamado Looplab, donde 10 jóvenes diseñadores fueron elegidos para participar en un taller en el que se les educó sobre como utilizar restos en sus trabajos.


En las navidades del 2005 su iniciativa Au Bon Marché consistió en crear una especie de tienda donde se exponían productos mas o menos artesanales, que podían ser tomados por cualquiera, siempre y cuando dejara en su lugar otro de una calidad similar.


En el 2006 ayudaron al los vecinos de los barrios a preparar la Zinneke una cabalgata popular que se celebra cada 2 años, donde todo se hace artesanalmente y con material reutilizado. En el 2008 lo harán otra vez. Además han organizado Workshops.


En cuanto a diseño, un proyecto muy interesante que han llevado a cabo ha sido la panelación de una cocina con el contrachapado de deshecho, de una empresa especializada en realización de cajas de cartón para embalajes de lujo.


Estos contrachapados fueron los que se utilizaban como plantilla para las cajas y en ellos se pueden apreciar los desarrollos de las cajas. El resultado me encanta.


También han diseñado mesas y sillas de placas de mármol de Carrara que estaban quitando de la fachada de una biblioteca de Bruselas.


Y esto lo he visto en Guerrilla Innovation.

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