La niebla y el humo son elementos utilizados frecuentemente por los artistas contemporáneos, ya he dejado muchas muestras de sus aplicaciones en este blog, pero hoy quería hablar de una de las pioneras en este arte, se llama Fujiko Nakaya y lleva trabajando con este delicado material desde los años 70, convirtiendo arquitecturas, interiores de museos y espacios naturales en mágicos y misteriosos mundos en los que las personas se deben sentir cual seres etéreos caminando entre nubes con la extraña sensación de estar suspendidos en el cielo.
Su última instalación, en los tejados de un edificios en Linz, Austria, dio a los visitantes la oportunidad caminar a través de una espesa niebla como si de golpe el cielo hubiera descendido a altura humana para proporcionar una experiencia casi mística a los visitantes.
Según he leído, la artista es hija un investigador, muy conocido por su trabajo en glaciología y la generación de nieve artificial y ha dedicado toda su vida a la investigación artística relacionada con el agua y los fenómenos meteorológicos cotidianos.