Triste día, ha muerto uno de mis más estimados creadores, Maurice Sendak y la querida Perrita Jennie, que vive desde hace tantos años en la cabecera de mi cama y de la que aprendí a ser un poco más incorformista, se ha quedado sin padre…
Definitivamente la vida va a ser un poco menos interesante sin él.
Espero que mi pequeña sobrina de 3 años, esté soñando esta noche con ser Max navegando a esa isla mítica, plagada de monstruos bonachones…
Buenas noches querido Maurice, descansa ahora.
Todos un clásico… tubos de neón y naturaleza…
Esos son los componentes que utiliza el artista Levi Jackson en su serie Documented Installation un trabajo que parte de la instalación efímera para materializarse en efectivas fotografías en las que la luz artificial, contrasta con nocturnos parajes naturales y vacíos.
Simplemente líneas de luz en paisajes en tiniebla, ni mas, ni menos.
Lo he conocido aquí de donde he sacado algunas fotos, el resto son del autor.
Os dejo, de manera muy rapidita, una instalación llevada a cabo en el Savannah Ogeechee Canal Nature Center, con 16 kilómetros de tela de algodón regenerada y cuerda, con la que sus creadores intentaron «simular» la misteriosa niebla que habita en los bosque umbríos.
Fue esta, una extensa instalación, de 46.000 pies cuadrados, creada por The Experience Collective, que de día marcaba laberínticos caminos entre arboles y de noche adquiría una dimensión más misteriosa que transportaba al caminante a un escenario sembrado de pequeñas llamas, donde gnomos y brujas estarían cómodos consumando un aquelarre.
Poco más que contaros, sólo que espero que después de la instalación lo recogieran todo.
Hoy, nada muy novedoso…, pero no por eso menos interesante, os dejo una poética instalación del artista Bill Viola, pionero del videoarte, que todos conoceréis, bueno y si no, google está lleno de referencias a este gran artista creador de un muy personal trabajo, en el que se nos transmite a través de imágenes, sus constantes preocupaciones por la búsqueda de la vida interior y la armonía con el entorno.
La que hoy quiero dejaros es la llamada The Veiling, una pieza fe 1995, de gran belleza plástica, en la que la imagen proyectada de un hombre y una mujer, avanzan a través de una serie de paisajes nocturnos proyectados en capas paralelas de tela translúcida suspendidas del techo.
Cada personaje aparecen en canales de vídeo opuestos, y van pasando gradualmente de las sombras a zonas de luz brillante.
Por el vicio de no dejar nada a la imaginación del que mira, se usa y abusa de las representaciones hiperrealistas, el incremento de los concursos y las exigencias de los clientes que no quieren perder tiempo en imaginar, son los culpables del exceso de información previa a la finalización de la obra, con la que se nos bombardea.
Pero este tipo de trabajos, llevados a cabo con los más sofisticados medios de producción gráfica, a menudo sobreestimulan las expectativas y las piezas acabadas, no llegan a alcanzar ni de lejos el nivel de lo representado. La documentación se ha convertido en un fin por sí mismo, no una herramienta al servicio de unos resultados.
Con todo esto, lo que estoy queriendo decir, es que echo de menos, los clásicos bocetos, hechos por expertos dibujantes o los propios artistas, con los que se pretendía representar la idea de lo que posteriormente sería construido y en los que siempre quedaba un margen a la libre interpretación, que producía un resultado muy satisfactorio, al compararlo con la pieza terminada.
