febrero 21st, 2019

Máquinas gamberras

 

Las cosas que hace Anna Vasof parece que no llevan a ninguna parte, que no sirven para nada. Sus inventos trabajan en precario para automatizar errores y esto a mis ojos resulta inspirador, ya que siempre he pensado que los errores y los prototipos fallidos en las primeras fases de desarrollo, pueden resultar grandes experiencias artísticas.

 

 

Es más, reivindico que cualquier creador debería tener derecho a errar reiteradamente, que es muy sano y que quita transcendencia a todo lo que se hace, sin restarle un ápice de creatividad.

 

 

A lo que iba, que esta mujer es una auténtica maestra cacharrera y ha creado montones de inventos encantadoramente inútiles, incluso diría boicoteadores.

 

 

Sus maquinas está llenas de sentido del humor y de sentimientos propios, por no hablar de sus ocurrentes videos llenos de imágenes absurdas repetidas, que al encadenarse dan vida a películas cortas de insospechados resultados.

 

 

Ademas de divertirme viendo su trabajo, me ayuda a compartir ratos estupendos con mis sobrinos, que flipan con tanto objeto cotidiano mutado para especializarse en travesuras, si incluso los hay que se sublevan contra su propia creadora.

 

 

Por contar alguna pieza, está el autorretratos que se golpea, las maquinas que fabrican lagrimas, libros con palabras que caen, aspiradoras que se llevan el cosmo, martillos que clavan y desclavan al mismo tiempo, herramienta para brindar en solitario, libros que juegan al ping pong, lenguas gigantes que interrumpe el paso… Mis favoritas Mechanisms of Happiness y esos zapatos mecánicos, que no están nada mal tampoco.

 

 

Os invito a pasar un buen rato de videos, yo lo dejo aquí y me voy a morir un rato de la envidia al pensar en lo bien que se lo debe pasar esta mujer haciendo sus surrealismos de andar por casas, con esa apariencia lúdica pero que esconde mucha mas enjundia que casi todo lo que veo. Pero qué lista es esta mujer!!!!!!!.

 

 

Después, si os queda tiempo y ganas, podéis echar un ojo al trabajo de  Dominic Wilcox, dedicado a la creación de diseño de productos también absurdos e inútiles, pero que uno quería poder usar para sentirse algo mas niño.

 

 

febrero 7th, 2019

Nieva en el laboratorio

 

Antes de que la primavera se me eche encima como por arte de magia, y se derrita toda la nieve a mi alrededor, dejo por aquí la última parte de mi acercamiento a los cristales de hielo, hablando del trabajo deUkichiro Nakaya, otro héroe de los copos de nieve. Él fue el primero en crearlos de manera artificial, allá por el 1936.

 

 

Nakaya nació cerca del Mar de Japón en 1900, en la misma región donde se ambienta el maravilloso libro de Suzuki Bokushi, Hokuetsu Seppu» (Snow Country Tales), y precisamente este libro fue el que inspiró su trabajo científico, ya que además de relatar historias locales relacionadas con la nieve y maravillosos dibujos, contenía más de 180 bocetos de copos de nieve naturales.

 

 

Su padre quiso que fuera ceramista (lo que son las cosas en Japón), pero él contraviniendo su deseo, estudio física experimental y se doctoró en ciencias por la universidad de Kyoto.

 

 

Trabajando en la Universidad de Hokkaido, con pocos recursos económicos pero con mucha nieve a su alrededor, decidió estudiar los copos que él consideraba «jeroglíficos enviados desde el cielo»con métodos científicos.

 

 

Con la ayuda de un microscopio, tomó más de 3.000 microfotografías de copos de nieve y, a partir de ellas, pudo establecer un sistema de clasificación de cristales de nieve natural en siete grupos principales y muchos grupos menores.

 

 

Después, en 1935 fundó el Laboratorio de Ciencias de Baja Temperatura para tratar de crear cristales de nieve artificial en el laboratorio.

 

 

Según leo: «Generó vapor de agua en un tubo de vidrio hueco de doble capa, que luego enfrío. La labor no era sencilla ya que en vez de formarse copos de nieve, los cristales de hielo crecían como orugas sobre el hilo de algodón que usaba para la nucleación.

 

 

Nakaya continúo con sus experimentos, cambiando el algodón por otros tejidos, sin éxito. Un día encontró un cristal de nieve en la punta de uno de los pelos de un abrigo de piel de conejo: este hallazgo le llevó a producir el primer cristal de nieve artificial.

 

 

Así 3 años después del primer intento, produjo un cristal de nieve en la punta de un pelo de piel de conejo en su laboratorio. En diciembre de 1937, tomó fotografías de varios tipos de nieve artificial cultivada artificialmente; estas imágenes se inspiraron en el libro Snow Crystals del fotógrafoWilson Bentley que acababa de publicarse.

 

 

Nakaya descubrió la manera en la que los diferentes patrones se producen en la naturaleza y publicó su Diagrama Nakaya, que describe la relación entre el vapor, la temperatura, la sobresaturación y el exceso de densidad de vapor en las nubes. 

 

 

Observando el diagrama de Nakaya hay dos circunstancias que inmediatamente saltan a la vista. Una es que los cristales relativamente simples comienzan a volverse más y más complejos a medida que aumenta la humedad; las formas estrelladas y con múltiples ramas sólo se forman en altísimas condiciones hídricas.

 

 

Segundo, se verifica que la forma general se comporta peculiar y dramáticamente en función de la temperatura, cambiando de formas de placa a formas columnares cuando la misma desciende, y revirtiendo lentamente a placas si la temperatura sigue bajando.

 

 

Interesante saber, como cuenta el propio autor, que en los experimentos con nieve artificial, tuvo muchos fallos, pero se maravilló al ver que había contratiempos similares en la nieve natural.

 

 

En ocasiones, los cristales que comenzaban a formarse correctamente, se malograban  tomando formas tortuosa que desafiaban cualquier intento de categorización. Tales rarezas no podían ser Identificadas como cristales y se consideraban fallas y había que comenzar de nuevo.

 

 

Cito textualmente: «Sin embargo en la nieve natural, también se pueden encontrar formas extrañas similares. Después de descubrir la primera irregularidad, se notan otras, una tras otra, en varias etapas de desarrollo que muestran que la nieve natural también puede fallar para nuestro gran alivio. Una vez que encontré el ejemplo más maravilloso de desarrollo fallido en la nieve natural y grité: «¡Vengan, han cometido otro error!» Mi asistente, el Sr. H., se asomó al microscopio y su rostro se iluminó con una sonrisa de felicidad. 

 

 

Para saber más sobre sus estudios, el libro Snow Crystals: Natural and Artificial recoge todos sus descubrimientos.

 

 

En 1988 un equipo en Wisconsin demostró, contra lo que se creía anteriormente, que dos copos de nieve pueden ser totalmente idénticos si el entorno en el que se forman es suficientemente parecido. Con distintos experimentos, consiguieron demostrar que sí que existen copos de nieve idénticos… ¡a veces el conocimiento no da la felicidad! en fin…

 

 

Para cerrar el circulo de los copos de nieve, dejo aquí el nombre de Masaru Emoto  un especialista en medicina alternativa japonés, conocido por sus controvertidas afirmaciones de que las palabras, oraciones, sonidos y pensamientos dirigidos hacia un volumen de agua influirían sobre la forma de los cristales de hielo obtenidos del mismo.

 

 

Masaru expone agua a la influencia de la música, las palabras y los pensamientos. Luego congela las muestras y les toma fotografías. Según afirma, las vibraciones positivas -provenientes de la música hermosa, las palabras de afecto o los pensamientos positivos- configuran cristales con una estructura hexagonal clara, simétrica y brillante, muy similar a la de la nieve. Las vibraciones negativas -del agua contaminada, la música estridente o las palabras de odio- dan lugar a formas caóticas, asimétricas y oscuras.

 

 

Hay muchísimo material en internet sobre este «misionero del agua» libros como Los mensajes del aguadocumentales yo lo dejo aquí y me voy a ojear el documental con todo el escepticismo del mundo.

 

 

las imágenes que adorna este post no son de Nakaya, sino del libro de Suzuki Bokushi, Hokuetsu Seppu, sus ilustraciones originales y también imágenes de una instalación de luz que llevó a cabo el artista Takahiro Matsuo a partir del él.

 

Perdón por el tocho que me ha salido… Que no vuelva a pasar!!!!!!!.

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