noviembre 29th, 2007

Luces publicitarias para la navidad londinense

Que las luces de navidad me gustan poco, creo que ya ha quedado claro. Bueno no es que no me guste es que considero que son demasiado profusas y que gastan una barbaridad.

Y parte de este despilfarro me parece que se debe a que este tema no se deja en manos de expertos dándose alegremente ¿a quiénes? a artistas de otras disciplinas con escasos conocimiento del tema (a lo mejor estoy equivocada) pero con mucho tirón publicitario.

Por ejemplo en Madrid, la ciudad que más luz navideña consume de España, se ha encargado a Agatha Ruiz de la Prada, Ángel Schlesser, Alma Aguilar y Amaya Arzuaga, Juan Duyos, todos diseñadores de moda, sólo he localizado en el proyecto a dos profesionales, los arquitectos Juan Busche e Isabel Barbas.


Según El Mundo «Estas navidades brillarán en la capital cerca de nueve millones de lámparas, 900.000 más que el año pasado, pese a lo cual el consumo energético se reducirá en torno a un 8% gracias a la mejor eficiencia energética».

¿Y?… pues no me consuela nada. Según ADN con los 2.028.000 kilowatios/hora que se van a gastar se podrían abastecer 5.600 hogares durante todo un mes. Casi nada.

Porque si estamos hablando de consumo responsable, sostenibilidad, energías alternativas y nos están pidiendo a los ciudadanos que ahorremos todo lo posible, ¿como es posible que el ayuntamiento haya colocado 9.000.000 bombillas?, 900.000 más que el año pasado. No me cabe en la cabeza.


A ver… que no… que no se trata de ponerse en el ordenador llenar la pantalla de muchos puntitos de colores para conformar espectaculares dibujos… que luego esos puntitos van a sustituirse por bombillas… que gastan… que no son para la tela de un vestido….

No vale justificarse con que lo vayan a pagar los comerciantes y estos tiene mucho dinero, hay que conseguir que con menos puntitos quede bonito y de paso tratar por todos los medios que esos puntitos se iluminen con la energía que menos gaste y contamine.

Hablando de luces navideñas, quería comentar una iluminación navideña patrocinada por Nokia en la calle Regent Street de Londres y tengo que decir que, con lo puñetera que soy para esto de las marcas, esta vez me parece una iniciativa interesante. No os penséis que el espíritu de la navidad me haya dado con un palo en la cabeza y me ha dejado atontada, os cuento.


Nokia ha patrocinado la iluminación navideña de esta calle como parte de una campaña para anunciar la llegada inminente, en el 240 de dicha calle, de su tienda insignia en Londres.

La instalación se llama Unity y ha sido obra de la agencia de publicidad Wieden +Kennedy, que ha desarrollado el proyecto en colaboración con United Visual Artist empresa a la vanguardia en proyectos de iluminación, especializados en dirección de arte, diseño de producción y la ingeniería de software y con P2 Group especializada en interiorismo de tiendas de lujo.

¿Y qué han hecho? pues una moderna iluminación que se sale de la tradicional iconografía navideña para recordarnos algo a un decorado sideral, sencillo y moderno.

No trata de cubrir toda la extensión de la calle sino que está formada por grandes grupos de bolas de distintos tamaños que se van alternándose cada pocos metros. Así se consigue, sin recargar ni utilizar gran cantidad de luces, que estás tengan un protagonismo evidente.

A esto ayuda que son luces interactivas que cambian de color. Son activadas por una cámara que detecta el movimiento y reacciona al volumen de peatones de la zona y también a factores ambientales tales como la velocidad del viento, el clima y los niveles de luz solar.

Y según dicen, han reducido el impacto ambiental de la decoración, utilizando núcleos de LED de bajo consumo y han utilizado sólo material 100% reciclables.

Uff, que se me olvidaba,
desde el 14 de diciembre las luces, podrán ser cambiadas por los visitantes que acudan a la recién inaugurada tienda, se hará a través de una pantalla interactiva. También habrá una serie de juegos de luces programados durante todo el periodo navideño.

En fin, no se si creerme del todo que se han preocupado mucho por el impacto ambienta, no veo entre los colaboradores especialistas en este tema, pero lo que si es verdad es que por lógica, al no haber tratado de ocupar toda la calle con la iluminación, el consumo ha debido disminuir sensiblemente.

Y otro cosa, los juegos de luz de colores han llegado también a la iluminación navideña, que ya me parecía raro a mí lo que estaba tardando.

Nada que ver con el estilo ñoño de las luces navideñas de la vecina calle Oxford Street que ha sido patrocinada como años anteriores por Disney y que esta vez tenía como temática principal su nuevas película Enchanted.

Me he enterado por Creative Reviwer.


noviembre 25th, 2007

Reciclaje que vende imagen de marca


Los artículos de uso cotidiano han sido y siguen siendo fuente de inspiración para diseñadores y artistas.

Esto no es nuevo, ya vimos lo que pasó en los años 60 con una simple lata de Sopa Campbell y actualmente con la botella roja de Campari, que ha servido de inspiración al genial Ingo Maurer para su lámpara Campari Light.


Estas empresas son afortunadas porque artistas como Warhol o Maurer eligieron sus productos para convertirlos en iconos de la modernidad. Y así sin proponérselo y sin tener nada que ver en ello, han conseguido instalarse en nuestro subconsciente como productos de alta calidad y buen gusto.

Observando esto, creo que, para algunas empresas, especialmente las que no pueden publicitar sus productos, sería interesante tomar la iniciativa para conseguir que sus productos sirvan de inspiración o de materia prima para que diseñadores y artistas creen su obra a partir de ellos.


Hablando con un amigo que trabaja en una importante industria cervecera, le pregunté cual es el motivo por el qué no donan el material que ya no usan, para que artistas y diseñadores puedan utilizarlo en sus trabajos, a lo que me ha contestado que empresas como la suya no quieren que ese material esté fuera de su control entre otras cosas por miedo a que se haga un uso incorrecto de él que pueda dañar su imagen de marca.

Vale, lo entiendo, pero ¿no sería distinto si fueran ellos mismos los que fomentaran y controlaran, dentro de lo posible, esas iniciativas?.


Podrían convocar concursos, en los que los alumnos de las escuelas de diseño o cualquiera que lo desee, empleara como materia prima principal sus productos, para crear con ellos sus piezas.

Los ganadores, además del premio, podrían ver producidas y comercializadas su piezas, en series limitadas. De esta manera, con la ayuda de una buena campaña de difusión, se crearía mucha expectación con estos diseños y en consecuencia mucha gente aspiraría a conseguirlos.


Con esto, las piezas fabricados a partir de esta marca, pasarían a ser objetos de deseo, que muy pocos afortunados consiguen y que el resto desea.

Además podrían canalizar otras propuestas igualmente atractivas y fácilmente publicitables, como por ejemplo cursos y talleres de reciclaje, en los que todos los interesados en esta disciplina, recibirían formación de los profesionales (cada vez más abundantes) que actualmente están desarrollando su trabajo con material reciclado.


Y mientras alguna empresa decide ponerlo en practica, ahí enumero algunos ejemplos que demuestran que la reutilización creativa de una marca o producto puede ser beneficioso para la consideración que los demás pueden tener de la imagen de dicha marca.

Algunos ejemplos ya los he nombrado anteriormente.


La maravillosa Lampara Chiquita fabricada con trozos de cartón con el logo de la marca impreso.

Otra lámpara, la Volivic, ésta creada a partir de montones de bolis bic.

Muebles de cartón reciclado con marcas impresas fabricado por la diseñadora gráfica Miss Julia.


Las mesas fabricadas con cajas de la marca Pilser creadas por Ideodiseño.

Aquí van otros tantos ejemplos nuevos.

La original tetera Coca Cola pjt una versión libres de la clásica botella de cola fabricada por Zinoopark en la que esta queda asociada automáticamente a un producto sano como es el té y parece querer decirnos, este refresco es tan bueno que puede sustituir al té.


La empresa Atypyk ha creado un jarrón llamado 6 Pack Vase que utiliza como recipiente 6 latas de cerveza unidas con una pieza de plástico, que realmente es lo que venden. Se supone que se puede utilizar con cualquier lata del mercado, pero ellos casualmente utilizan las de Heineken.

Dominic Crinson ha creado una colección de baldosas Sapphire Inspired Collection inspiradas en efectos caleidoscópicos conseguidos por ordenador a partir de la imagen de una botella de cristal azul de Bombay Sapphire. Con esa propuesta consiguen que la marca de ginebra esté presente hasta en el cuarto de baño.


Marcas a la vanguardia como Moschino han dado un paso más en este sentido y son ellos mismos los que producen sus propios objetos de decoración, en este caso las Moschino Lamp creadas a partir de sus propios diseños de ropa y complementos.

Con todos estos datos ¿no crees amigo Carlos que en tu empresa estarán encantados de que los diseñadores y artistas utilicen su imagen de marca?

noviembre 14th, 2007

Me deprime esa dichosa publicidad exterior

Siempre me ha interesado la publicidad y el marketing, entre otras cosas porque vivo de ello, aunque eso tampoco significa nada. Hace unos años, paralelamente a mi trabajo en agencia, monté junto con 3 socios una empresa de detección de futuros hábitos de consumo. Fuimos así pioneros «cazadores de tendencias» (me dan picores alérgicos sólo con escribir estas palabras).

Tampoco es que nos fuera tan mal, tuvimos algunos clientes, hicimos complejos informes, dimos conferencias he impartimos talleres. Pero a la larga tuvimos que rendirnos a la evidencia de que los clientes en general son muy conservadores.

Quieren saber lo que va a pasar pero en el fondo no quieren ser los primeros en experimentar, es demasiado arriesgado y alguien puede pedir explicaciones si sale mal. Así las cosas, cerramos con desilusión.


Mirándolo con algo de distancia, la experiencia fue buenísima, gracias a esto ahora tengo un compañero de fatigas editoriales de lo más interesante Ángel y nuestro Flylosophy, una continua fuente de satisfacciones, que nos permite escribir sin complejos sobre lo que nos interesa, además de conocer a gente increíble, con la que colaboramos.

Así es como he conseguido quitarme, fuera del horario laboral, ese complejo de trabajador-de-agencia-de publicidad a la vez que proveedor-acomplejado, obligado a justificar un trabajo que será cuestionado por sistema, por el cliente, el colaborador, el cuentacuentos, el director y hasta el vecino del quinto.

Y es que, he visto la luz y desde que salgo del trabajo ¡¡¡¡¡yo también soy cliente!!!!, sí, soy el potencial cliente de mis clientes y de los peores que se pueden echar a la cara. Porque soy como ellos, me gusta opinar, soy exigente, estoy informado, tengo claro qué es lo que quiero, no me gusta que me vendan nada y menos que me cuenten milongas y necesito probar antes de comprar.


Además tengo otras peculiaridades, tengo cierto gusto (perdón por la falta de modestia), estoy concienciada, preocupada, me he leído el Manifiesto Cluetrain y últimamente ando muy mosqueada con esa publicidad que invade mi espacio vital, que se cuela sin preguntarme, interfiriendo en mi vida y relacionándose de la peor manera con mi querida ciudad.

Tengo enfado para dar y tomar. Para las agencias (las grandes por supuesto, las pequeñas como la mía, me dan pena), para los anunciantes, también para los que comercializan los soportes de exterior, por supuesto para los ayuntamiento, para los funcionarios corruptos y para un señor bajito que pasaba por aquí y que dijo que le gustaban los mupis.

Desde hace algo más de un año vivo virtualmente en un ático ideal, lleno de flores y cosas bonitas, buenas y auténticas, donde todo es ecológico, sostenible, reciclado, humano, artístico, por lo que no me gusta un pelo que sea precisamente la publicidad la que me impida disfrutar a gusto de este paraíso que me estoy diseñando.


Así que, sentada entre mis flores, he leído interesada, varios post de Enrique Dans en los que habla del futuro de la publicidad. Por un lado me he puesto contenta, los estudios dicen que «vivimos una fortísima y rápida transformación de los medios tradicionales unidireccionales hacia Internet».

¡Qué bien!, he pensado, cuanto más gasten en la red menos dinero tendrán para fastidiar la ciudad.

Pero claro, si todos emigran a la red ¿que pasará con los soportes en desuso?, ¿los van a quitar o dejarán que se vayan deteriorando hasta convertir el paisaje, en un decorado de Mad Max, como cuenta Muack que ha pasado en Sao Paolo?

Después, he leído el comentario que Aloe ha dejado en uno de los post de Enrique y un escalofrío ha recorrido mi espalda. Transcribo alguna de las inteligentes cosas que comenta.


«Volábamos bajo el radar de los marketeros, pero tanta suerte tenía que acabarsenos. Qué poco dura la alegría en casa del pobre. A partir del momento en que se vayan dando cuenta de a donde nos hemos ido, empezarán a perseguirnos por métodos cada vez más ingeniosos, volviendo a su favor características como el anonimato, la dispersión, la calificación colectiva del interés, pertinencia o contenidos de los sitios…»

Porque esto que pasa en la red, también está ocurriendo en la publicidad que a mí más me importa, la exterior. Hasta ahora nos habíamos enfrentarnos a horrorosas marquesinas, vallas, mupis, rótulos luminosos, lonas, carteles y alguna cosilla más, ahora que les han dicho que no funciona, nos están agrediendo sin mesura con pretendidas estrategias publicitarias de «todo vale si consigo notoriedad».

Así por ejemplo en Madrid estamos viviendo estos días una escandalosa «Invasión de los mamotretos». Además la zona centro sufren el asalto de todos esos incautos anunciantes que quieren publicitar sus productos con una cosa que su agencia les ha recomendado y que se llama «campaña teaser» que combinada con algo de «acción de guerrilla» y una «pegada de stickers» con enigmáticos mensajes, les proporcionará una notoriedad nunca vista hasta ahora.


Y ¿qué decir de todas esas acciones de publicidad no convencional en medios tradicionales?… mupis con pelo de los Simpson, soportes de los que sale humo, extraños corpóreos pegados a gigantescas vallas, marquesinas revestidas de vinilos con un agujero por el que se ve el pelo de la gente que está esperando el autobús… sin comentarios.

Lo que en principio era publicidad no convencional, con un discurso novedoso y bien traído, se está convirtiendo en un «cajón desastre» donde la notoriedad está por encima de la calidad. El lema «Que hablen de mí, aunque sea mal» está en la calle.

Confío en que esta estrategia, pronto morirá de éxito. Si estas iniciativas pretendidamente novedosas siguen aumentando, dejaran de cumplir su función y entonces quizás poner algo bonito en un soporte convencional será otra vez lo original. Así, todo volverá a empezar.


Mientras esto se normaliza, pongo mi grano de arena, para añadir más ruido, soltando ideas algo «raritas», por si algún anunciante o agencia está interesada en conocer la opinión de un potencial cliente como yo.

NO insertar publicidad en los mamotretos.
NO pegar mensajes chorras por mi barrio.
NO poner a gente disfrazada de cosas absurdas queriendo interactuar conmigo.
NO pegar vinilos extraños en las marquesinas.
NO poner caras gigantes de sus representantes en las lonas de los edificios.
NO aprovechar fiestas y verbenas populares para llenarme de octavillas.
NO utilizar la estética del street art para colarme publicidad, si lo consiguen les perdono.
NO utilizar marketing de guerrilla que no sea por una buena causa o verdaderamente original.
NO invadir las zonas publicas tanto exteriores (calles) como interiores (aeropuertos, estaciones, centros comerciales…) con objetos a gran tamaño envueltos para regalo o empaquetados cual bocadillo.
NO hacer ruido.
NO intentar venderme nada por la calle y menos decirme que están colaborando en un proyecto benéfico del Tercer Mundo…

Y es que a mí, lo que realmente podría convencerme, sería que el anunciante viera la publicidad como un servicio público que debe prestar al consumidor, renunciando en parte a hacer campañas tan evidente para intentar aportar soluciones a problemas reales de la comunidad. Esto sería apreciado por mí y creo que a ellos también les compensaría, pues conseguirían una repercusión mediática importante.


De este modo estará entre mis anunciantes preferidos, el que compre por un largo periodo el espacio publicitario de los mamotretos, para después dejarlos «totalmente vacíos», sin logos, sin iluminación y si puede ser sin parte posterior.

También serán reconocidos los que se nieguen a insertar su publicidad en ellos, con el argumento de que lo que no gusta a los ciudadanos a ellos tampoco. Y que si los compran será para utilizarlos como fuente de información útil, planos de situación, información de museos o simplemente para colocar reproducciones de cuadros o de fotos que alegren la vista.

Serán un anunciante querido el que como acción de guerrilla, acondicione espacios públicos como zonas de esparcimiento para los ciudadanos, habilitando zonas verdes provisionales donde se necesiten. El espacio no tendría por que ser muy grande, lo que ocupa una plaza de aparcamiento.


Nada me complacería más que el dinero que iba a gastar en una acción especial, lo invierta en plantar arboles en parques público, a los que además podría dotar de infraestructuras que invite a utilizarlos.

Que bueno sería, que en vez de contratan a personas para interactuar con los transeúntes, estas se ofrecieran para ayudar a transportar bolsas, hacer la compra o simplemente para charlar. Nada de dar abrazos, que está muy visto.

Y si alguno, huyendo de la publicidad exterior, patrocinara fuentes, (alguna se podría encargar a Jaume Plensa), infraestructuras públicas como piscinas, baños públicos, quioscos donde hacer un alto en el camino… todo con un alto criterio estético, yo caería rendida ante él.


Si además donará todos los materiales y merchandising que no usa para elaborar objetos creativos en talleres prácticos sobre reciclaje que ellos mismos organizarán, a ese le compraría lo que me pidiera…

Deben saber los anunciantes, que si no hacen cosas así, serán castigados con el látigo de mi indiferencia, y entonces tendrán que limitarse a fabricar buenos productos y dejarme en paz para que pueda decidir lo que me interesa por mí misma.

Aunque todo esto es un cuento de ciencia ficción, sí que se perciben algunas maneras interesantes de hacer publicitar sin deteriorar los espacios públicos. Algo se está haciendo ya y mucho se puede aprender de disciplinas artística y técnicas, pero siempre mirando mas allá del coste por impacto.


Ya he comentado la iniciativa de algunos anunciantes que han contratado a graffiteros para que hagan para ellos publicidad reversible en zonas sucias de la ciudad. Con esto consiguen soportes gratuitos, y como no querrán que la competencia también los utilice, también saldremos nosotros ganando con túneles más limpios.

Que nunca va a querer prescindir el anunciante de lanzar su mensaje al exterior es claro, pero se puede hacer que estos sean provisionales. Sería altamente recomendable utilizar holografías (cuando la técnica se perfeccione), esculpir el producto en bloques de hielo, que pasado un tiempo desaparecerá sin dejar rastro. Se podrían utilizar proyecciones, o graffitis con luz. Todo para que no quede rastro una vez desaparecido el mensaje.

Además algunas acciones de guerrilla son aún buenos ejemplos a seguir, sobre todo las llevadas a cabo por ONGs, asociaciones ecologistas, de salud, escuelas y universidades, agrupaciones, artistas, organizaciones sin ánimo de lucro, publicaciones, y alguna empresa «iluminada«.

Algunas son muy sencillas y con gran poder de concienciación, además de no ser demasiado agresivas con el entorno urbano.


La mayoría de estos ejemplo los he sacado de tres blog que visito con asiduidad y que recomiendo Metablog v5, Marketing Alternatif y WebUrbanist.

Las maravillosas fotos pertenecen a la maravillosa serie de Tony de Marco titulada Sao Paolo No Logo que conocí a través de Muack, y que quería compartir con vosotros.

Siento el rollo pero necesitaba desahogarme un poco.


octubre 27th, 2007

Irreprochable graffiti


Para los que desaprueban los graffiti esta vez tengo dos interesantísimas versiones de este ARTE (con mayúsculas) callejero con la que no van a poder estar del todo en desacuerdo.

Además y por el mismo precio también se pueden ofrecer a anunciantes inquietos con ganas de huir de esa publicidad invasiva y hacer algo más original, menos dañino a la vista y con una carga de buenas intenciones que seguro reporta grandes beneficios si no económicos sí a la construcción de su imagen de marca.


La primera se llama graffiti reversible que se basa, según nos cuentan en Inhabitat, en una técnica parecida a la del «lávame» que siempre aparece escrita en los coches muy sucios.

Es decir, partiendo de una superficies muy sucia, y mediante unas herramientas tan básicas y poco propias de los graffiteros como son el agua, jabón, cepillos y chorros de agua a presión van quitando la suciedad de las zonas del dibujo de manera que se crea una imagen en negativo que si la superficie elegida estaba muy sucia podemos ver con toda claridad.


Curiosamente uno de los primeros en aplicarla ha sido un artista o mejor decir publicista llamado Moose que ha creado mensajes publicitarios para marcas comerciales que quieren asociar su nombre con conceptos limpios.

Al que sí se puede considerar un verdadero graffitero es al brasileño Alexandre Orion, que ha dibujado con esta técnica, miles de cráneos en los túneles de Sao Paolo. El mensaje es de lo más apropiado porque habla de manera ilustrativa de lo que la emisión de gases contaminantes están haciendo en el planeta, dejándolo el futuro del color de las paredes de los túneles, muy negro.


Y paradójicamente y aunque parezca mentira, en los dos casos, las autoridades intervinieron para evitar «acto vandálicos» de tal envergadura.

Moose fue obligado por las autoridades de Leeds por una divertida sentencia a ¿deslimpiar lo limpiado?.


El caso de Orion fue también surrealista, como las autoridades no pudieron aplicar un castigo contra alguien que se estaba limitando a limpiar espacios públicos, ellos mismos se encargaron de terminar el trabajo dejando como una patena el resto del los túneles para que el artista no tuviera donde plasmar sus subversivos mensajes.

¿Alguien lo entiende?.


La segunda técnica graffitera que también he encontrado en Inhabitat y que me ha gustado es la desarrollada por Edina Tokodi en Williamsburg con un material vivo y verde.

Y es que esta artista utiliza el musgo que va pegando en las paredes para crear figuras de animales que luego deja que vivan en los muros de este barrio tan urbano de New York, donde la gente no se acostumbra a convivir con la naturaleza ni aunque se la pongan delante de sus narices.

La artista quiere conmover a los vecinos con estas divertidas siluetas de animales para que interactúen con ellas que las toque y si puede ser que las cuiden, cosa que no suele pasar porque la gente se limita a mirarlas, incluso a destruirlas. Otros, ni siquiera reparan en ellas.


Me encantaría encontrar graffitis así en las calles de mi ciudad, me imagino la obra por ejemplo de Sam3 hecha con musgo y me moriría de gusto.

Si alguien está interesado en saber como se pueden hacer estos graffiti aquí podréis ver lo fácil que es, simplemente agua mantequilla azúcar y musgo.

Tampoco estaría mal encontrar mensaje publicitario de gran formato fabricados en «verde», ¿no sería más impactante, ecológico, biodegradable y bueno para las marcas? pero no vale hacer esto y luego contratar publicidad en esos horribles mamotretos. ¿Vale?.


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