diciembre 7th, 2007

Impresionante Iluminación de chatarra, rastrillo y basura


Hay veces que no puedo evitar quedarme extasiada delante del ordenador, menos mal que me suele pasar cuando estoy sola en casa, porque debo tener una pinta mirando fijamente la pantalla con la boca abierta.


Y eso me pasó el otro día cuando descubrí la obra que dos artistas de la iluminación Warren Muller y RJ Thornburg realizan para su empresa Bahdeebahdu.


No os podéis imaginar cuánto tiempo pasé mirando sus lámparas, intentando desentrañar su composición, admirando cada pequeño detalle y valorando el resultado compositivo final.


Es admirable el dominio que estos dos señores tiene del reciclaje aplicado a la iluminación, ostentosa su capacidad creadora y casi insultante para los demás ver los resultados que consiguen con cualquier cosilla que cae en sus manos.


Sí, porque en sus trabajos todo es reutilizado y puesto al servicio de la luz, y cuando digo todo es todo. Parece como si pudieran sacar luz de el más insignificante objeto, y ¡qué luz!.


Bueno, esa es la sensación que me dan a mí, a lo mejor estoy equivocada y se pasan meses para conseguir estos resultados tan espectaculares, pero no lo creo. Lo que sí es evidente es que estas lámpara trascienden lo meramente decorativo y están más cerca de una pieza artística, vamos, que son esculturas aunque muchas hechas por encargo.


Ejemplo de algunos objetos que reutilizan (ninguno parece nuevo): cestas de paja, salseras, ruedas de bicicleta, jaulas, otras insignificantes lámparas, espirales oxidadas, figuritas de animales de lo más kitch, muelles de colchón, alcachofas de ducha, objetos para trabajar en el campo, mangos de palas, bandejas y vajillas de cristal antiguo, escobas, carrocerías de coches… y muchas cosas más que no voy a seguir enumerando para no cansar.


Está claro que no todos lo que hacen es utilizable para el común de los mortales con casa estándar. Por sus enormes dimensiones parecen más apropiadas para grandes loft, galerías, bares, chalets, oficinas, restaurantes y espacios públicos.


Pero eso no significa que no me causen admiración, ¿cómo se pueden mezclar objetos tan dispares y conseguir una magnífica lámpara que no tiene nada que envidiar a otra de araña clásica?. Cómo se pude consegur que alguien quiera poner en su modernísima casa una caja de madera vieja con botellas de leche?.


A lo mejor si miro muchas veces las fotos, me viene la inspiración y consigo iluminar con poco dinero algún rinconcito algo oscuro de mi atiquito y de paso reutilizo objetos que me estorban por casa. Seguro que las feas bombillas de bajo consumo no quedarían nada mal en una lámpara tan ecléctica.


¡Qué envidiaaaaaaaaaa!








noviembre 30th, 2007

Personajes de tapiceria que cobran vida para divertirse


Que buen rato he pasado ojeando la obra de Richard Saja el diseñador de Historically Inaccurate Decorative Arts.


Y es que este hombre con gran sentido del humor y más paciencia que un santo ha customizado «toil» un tipo de tela producida en Francia en el s.XV con fondo blanco y complejos motivos figurativos, de temas sobre todo pastoriles y bucólicos.


Y lo ha hecho bordando elementos encima de los personajes impresos, para dar otra dimensión a la escena convirtiendo por ejemplo una comida campera en una reunión de payasos, o añadiendo un incendio a una apacible velada o vistiendo a los animales de la jungla con sombreros y corbatas o transformar personajes de barrocos vestidos en otros modernos con cazadora de calavera.


Con estas telas luego elabora divertidos cojines como el que apareció en la película Broken Flowers y tapicerías para sofás.


Hay muchos mas ejemplos divertidos que merece la pena mirar. Además si estáis pensando cambiar la tapicería del sofá heredado de tu abuela porque te horroriza, te puede dar ideas, para sin tener que pasar por el tapicero hacer algo especial y único con ella.


Como dicen en Oh Joy es divertido encontrar pequeños detalles como estos en sitios insospechados.


Yo lo voy a aplicar fijo.



noviembre 25th, 2007

Reciclaje que vende imagen de marca


Los artículos de uso cotidiano han sido y siguen siendo fuente de inspiración para diseñadores y artistas.

Esto no es nuevo, ya vimos lo que pasó en los años 60 con una simple lata de Sopa Campbell y actualmente con la botella roja de Campari, que ha servido de inspiración al genial Ingo Maurer para su lámpara Campari Light.


Estas empresas son afortunadas porque artistas como Warhol o Maurer eligieron sus productos para convertirlos en iconos de la modernidad. Y así sin proponérselo y sin tener nada que ver en ello, han conseguido instalarse en nuestro subconsciente como productos de alta calidad y buen gusto.

Observando esto, creo que, para algunas empresas, especialmente las que no pueden publicitar sus productos, sería interesante tomar la iniciativa para conseguir que sus productos sirvan de inspiración o de materia prima para que diseñadores y artistas creen su obra a partir de ellos.


Hablando con un amigo que trabaja en una importante industria cervecera, le pregunté cual es el motivo por el qué no donan el material que ya no usan, para que artistas y diseñadores puedan utilizarlo en sus trabajos, a lo que me ha contestado que empresas como la suya no quieren que ese material esté fuera de su control entre otras cosas por miedo a que se haga un uso incorrecto de él que pueda dañar su imagen de marca.

Vale, lo entiendo, pero ¿no sería distinto si fueran ellos mismos los que fomentaran y controlaran, dentro de lo posible, esas iniciativas?.


Podrían convocar concursos, en los que los alumnos de las escuelas de diseño o cualquiera que lo desee, empleara como materia prima principal sus productos, para crear con ellos sus piezas.

Los ganadores, además del premio, podrían ver producidas y comercializadas su piezas, en series limitadas. De esta manera, con la ayuda de una buena campaña de difusión, se crearía mucha expectación con estos diseños y en consecuencia mucha gente aspiraría a conseguirlos.


Con esto, las piezas fabricados a partir de esta marca, pasarían a ser objetos de deseo, que muy pocos afortunados consiguen y que el resto desea.

Además podrían canalizar otras propuestas igualmente atractivas y fácilmente publicitables, como por ejemplo cursos y talleres de reciclaje, en los que todos los interesados en esta disciplina, recibirían formación de los profesionales (cada vez más abundantes) que actualmente están desarrollando su trabajo con material reciclado.


Y mientras alguna empresa decide ponerlo en practica, ahí enumero algunos ejemplos que demuestran que la reutilización creativa de una marca o producto puede ser beneficioso para la consideración que los demás pueden tener de la imagen de dicha marca.

Algunos ejemplos ya los he nombrado anteriormente.


La maravillosa Lampara Chiquita fabricada con trozos de cartón con el logo de la marca impreso.

Otra lámpara, la Volivic, ésta creada a partir de montones de bolis bic.

Muebles de cartón reciclado con marcas impresas fabricado por la diseñadora gráfica Miss Julia.


Las mesas fabricadas con cajas de la marca Pilser creadas por Ideodiseño.

Aquí van otros tantos ejemplos nuevos.

La original tetera Coca Cola pjt una versión libres de la clásica botella de cola fabricada por Zinoopark en la que esta queda asociada automáticamente a un producto sano como es el té y parece querer decirnos, este refresco es tan bueno que puede sustituir al té.


La empresa Atypyk ha creado un jarrón llamado 6 Pack Vase que utiliza como recipiente 6 latas de cerveza unidas con una pieza de plástico, que realmente es lo que venden. Se supone que se puede utilizar con cualquier lata del mercado, pero ellos casualmente utilizan las de Heineken.

Dominic Crinson ha creado una colección de baldosas Sapphire Inspired Collection inspiradas en efectos caleidoscópicos conseguidos por ordenador a partir de la imagen de una botella de cristal azul de Bombay Sapphire. Con esa propuesta consiguen que la marca de ginebra esté presente hasta en el cuarto de baño.


Marcas a la vanguardia como Moschino han dado un paso más en este sentido y son ellos mismos los que producen sus propios objetos de decoración, en este caso las Moschino Lamp creadas a partir de sus propios diseños de ropa y complementos.

Con todos estos datos ¿no crees amigo Carlos que en tu empresa estarán encantados de que los diseñadores y artistas utilicen su imagen de marca?

noviembre 12th, 2007

Arquitectura que no consume electricidad


Uff, necesito «desconectar» un poco, después de la publicación en Flylosophy del artículo La ciudad y los signos en el que hablamos sobre cómo la ciudad se convierte en un gigantesco soporte publicitario.


Y para aliviar un poco mi conciencia, por el alto consumo energético de este artículo y apagar un rato el interruptor de esa arquitectura consumidora de energías, voy a hablar de otro tipo de construcción que emplea materias primas naturales o incluso vivas.


Y no es que no me parezca vanguardista, estética e interesante esa tendencia de iluminar las fachadas, algunos edificios me encantan, aunque me hace menos gracia que se utilicen como soportes publicitarios. Lo que me preocupa, es el excesivo consumo eléctrico que supongo se produce en ellas.


Preguntando a Angel, autor del texto de Flylosophy sobre el tema, me ha contestado que normalmente esa iluminación está diseñada con LED de bajo consumo, y que casi todos los arquitectos se vanaglorian de que sus creaciones son sostenibles ecológicas y demás.


Pero no se por qué no acabo de creérmelo del todo, otra cosa sería que se iluminan con energía solar o eólica, en ese caso…


Y aunque no tengo mucha idea del consumo real de estas fachadas, veo claro que desde que se hace de noche pongamos las 18 hasta que se apagan las luces ¿las 24 horas? el contador eléctrico de las fachadas está corriendo y volando durante 7 horas. Y es que este tipo de iluminación es en algunos casos tan ostentosa y llamativa que parecen querer hacer las funciones de modernos faros marcando caminos urbanos en la oscuridad.


Alguien me podría corregir y demostrar que en realidad gastan menos que, por ejemplo, esos focos que iluminan las fachadas de los monumentos históricos, pero por ahora tengo mis dudas y ahí las dejo por si alguien me aporta más datos que me saquen de mi error.


Y así las cosas, menos mal que no todo el mundo utiliza la electricidad como material estrella en sus diseños. Porque, mediante el empleo de materias primas más vegetales, también se están llevando a cabo maravillosas muestras de un tipo de construcción sostenible, ecológica, reciclable y de una sutil belleza que nos reconcilia un poco con esa tierra que a este paso sólo vamos a conocer por los libros de historia.


Mucho sabe de este tema Alessandro Rocca que en su libro Natural Architecture hace una selección de obras de arquitectos y artistas que según él «han transformado el acto de construir en una forma de arte capaz de desencadenar nuevas relaciones con la naturaleza, el paisaje y el medio ambiente…» casi nada.


Desde luego no quiero comparar este tipo de arquitectura más cercana a movimientos artísticos como el Land Art de los setenta, con la que se dedica al complejo fin de construir edificios para ser habitados. Es imposible no están al mismo nivel, simplemente quería señalar que se pueden hacer obras constructivas de gran belleza, partiendo de elementos básicos.


Alessandro nos muestra en su libro gran número de estas modestas piezas, pero no es el único autor que ha hablado del que se podría llamar The Natural Building Movement.


David Pearson ha escrito varios libros con esta temática, In search of natural architecture, Treehouses, New Organic Architecture: The Breaking Wave, Designing Your Natural Home, o Yurts, Tipis and Benders (House That Jack Built) son algunos de ellos.


También el escultor land art, Andy Goldsworthy ha recopilado en varios libros muchos ejemplos espectaculares de este tipo de obras «naturales».


Y para terminar Richard Reames, en sus libro How to Grow a Chair: The Art of Tree Trunk Topiary y Arborsculpture- Solutions for a Small Planet habla de sus técnicas para moldear árboles vivos y conseguir así maravillosas esculturas vivas.


Es difícil conseguir fotos de estas publicaciones porque normalmente no se publican en la web, por esos miedos a yo qué se qué, y lo poco que hay, está protegido por licencias de copyright que no me dejan mostrar las fotos. Las que he publicado las he sacado de Designboom, de Amazon, de about.com de Write Design de Treehugger de El Jardín Cerrado y de Artopía.


En cualquier caso, si llega a vuestras manos alguno de estos libros, no los paséis por alto y dedicad un ratito a ojearlos, son de gran belleza.


Espero no nos carguemos la naturaleza, entre otras cosas, para poder seguir disfrutando estas pequeñas maravillas.

noviembre 7th, 2007

Bombillas recicladas que sirven de lámparas

A través de Craft Magazine he tenido conocimiento de la existencia de un curioso y sencillo sistema para reciclar bombillas incandescentes tradicionales.

Gracias a él podría pedir a mis familiares y amigos que me guardasen las fundidas y cuando llegaran sus cumpleaños, recibirán un regalo acorde al numero de las que me hubieran proporcionado.


Porque, mediante un aparatito llamado Inkubator, que ha sido desarrollado por la empresa Bulbs Unlimited, es relativamente fácil fabricar, con todas las bombillas inservibles, originales lámparas que además pueden ser iluminadas con bombillas de bajo consumo.

Y si no son tan originales pues tampoco pasa nada, estaremos igualmente orgullos de ellas por haber sido hechas con nuestras propias manos… y eso vale mucho.


El mecanismo, que se vende en 3 tamaños, consiste en una especie de carcasa de plástico donde se mete la bombilla, ésta tiene incorporados unos agujeros en su superficie en los que cabe la punta de un rotulador indeleble con el que marcaremos tantos puntos como agujeros tiene el Inkubator.

Esos puntos, indican el sitio exacto en el que hay que aplicar el pegamento que suelda los Snap Buttons a las bombillas, consiguiendo que queden así unidas al resto de las que conformarán la estructura de la lámpara.


En la página web de la empresa se pueden adquirir todos los utensilios necesarios para realizar nuestras creaciones. Pueden comprarse por separado o en packs de construcción de uno o varios modelos. Su precio, de 23 a 64 euros. En realidad no es tan barato contando que las bombillas y la mano de obra van a parte.

Pero el ahorro de luz que se consigue es evidente, muchas bombillas se iluminan con el gasto de 1 y además es un buen sistema para reciclar todas esas lámparas incandescentes que un días de estos acabarán prohibiéndose.


Si se utilizara un sistema similar a este en la iluminación navideña, mataríamos dos pájaros de un tiro. Reutilizaríamos todas las bombillas que hay que dejar de usar y ahorraríamos energía mediante el efecto óptico que se produciría cuando enorme cantidad de bombillas en realidad fueran iluminas por muy pocas.



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