Macerándome lentamente con el último disco de Mayte Martín, (que si hablamos de mujeres valientes en la música, esta se lleva la palma), sigo a la espera de que pase Mercurio Retrógrado, y se me vayan disipando las ganas de empuñar armas y causar males inconfesables a gente incompetente, a las que ahora mismo no merece que les dedique ni un mal pensamiento…
En este impase, me divierto pensando en sitios de retiro, a los que tampoco es que vaya a ir, por ahora, pero por imaginar… y por supuesto, inevitable acordarme del admirado maestro Peter Zumthor, y sus Termas de Vals aunque si buscara a Zumthor, iría primero a ver su mina de zinc.
Pero bueno, dejemos a Zumthor para otro momento, porque para esta visita virtual al mejor sitio de desconexión, elijo un cementerio, el de San Vito d’Altivole en Treviso, donde está la tumba que Carlo Scarpa construyó para la familia Brion en 1968.
8 años tardó en hacer este santuario, que se ha vuelto atemporal, y que no llegó a concluir, pero en el que él mismo quiso ser enterrado.
Se trata esta de una obra para disfrutar y pensar, lo que siempre debería ser objetivo de un cementerio, y que en este caso se plantea como un espacio jardín publico, donde pasar tiempo meditando, pero también con actividades sociales y lúdicas.
Mil espacios pequeños y escondidos donde pararse y pasar tiempo, volúmenes ordenadamente desordenados con espacios abiertos invadidos por el agua y la naturaleza. Allí, seguramente se puede encontrar un encuadre perfecto para el paisaje sólo con mirar a través de sus ventanas, se puede seguir el recorrido del agua que corre, a través de su sonido, y disfrutar de frescor gracias a unos materiales bastante comunes en los que predomina en hormigón, que se dignifica en manos del profesor, (él nunca quiso ser llamado arquitecto).
Y luego está todo el simbolismo que hace referencia al amor y a la eternidad de los sentimientos muy presente en todas la dependencias… eso para los mas sensibles y crédulos.
Bueno, así es como me lo imagino yo, que sólo lo he visto en fotos, miles de ellas.
Según comentan los que han estado, «El trabajo puede interpretarse de muchas maneras: orden y complejidad, rigor y confusión se mezclan e inexplicablemente coexisten, como en un gran teatro de la vida, donde en un momento crees que has desentrañado la trama, pero momentos después estás más confundido que antes».
Cuenta el propio Scapa: «Me gustaría explicar el cementerio de Brion … Considero que este trabajo, si me permite, es bastante bueno y que mejorará con el tiempo». He tratado de poner algo de imaginación poética en él, aunque no para crear una arquitectura poética, sino para hacer un cierto tipo de arquitectura del que podría emanar un sentido de poesía formal … El lugar para los muertos es un jardín … Quería mostrar algunas formas en las que acercarse a la muerte de una manera social y cívica; y además, el significado de la muerte, lo efímero de la vida, aparte de estas cajas de zapatos «.
Para saber más sobre el monumento en cuestión, en este proyecto he encontrado una descripción bastante detallada que me ahorra el trabajo.
Y en este video, mas detalles sobre sus simbolismos.
Sin duda andaría tiempo por allí, evitando eso sí, acercarme mucho a las tumbas, que me parecen algo sobrecogedoras…
Vale, menos mal que esto no lo lee casi nadie, que vaya paja mental. Por lo demás, empieza a gustarme esta casi inexistencia.
Las fotos las he sacado modo random de google.